En horario de cena en Asia y de comida en España (14:00 horas) el Mallorca jugará en el Ciutat de València ante el Levante en lo que es sin duda una oportunidad de oro para abrazar un triunfo y por lo tanto tres puntos de oro para tomar impulso y volver a tener una posición algo más cómoda en la clasificación. El Levante no ha ganado un solo partido esta temporada y lleva ya tres entrenadores en el banquillo y cada uno que llega hace mejor al anterior. Es una plaza para salir victorioso, aunque lo cierto es que los mallorquinistas también tienen ausencias, alguna de ellas notables. Ayer mismo el club comunicó tres positivos y por lo tanto el número de ausencias se amplía. No viajan Greiff, Raíllo, Baba, Dani, Kang In Lee y Ángel. Sin embargo, el equipo rojillo puede sacar un once perfectamente competitivo ante el colista y todo lo que no sea ganar será un botín excesivamente pobre tal y como llegan ambos equipos a la clasificación.
La duda tras el golpe recibido en Ipurua es la del central Valjent, mientra que en la lista vuelven a figurar Kubo y Hoppe, además de los futbolitas del filial Leo Román, Ferran Quetglas, Pep Gayà, Javi Llabrés y Thomas Giaquinto. La necesidad del Mallorca es ganar porque de este modo irá aumentando la distancia con los tres últimos, Alavés (16 puntos); Cádiz (14 puntos) y Levante con 8. El Mallorca, con 20, necesita seguir dando pasos adelante en previsión de que alguno de estos despierten. El Granada, por ejemplo, ya ha dado ese paso adelante y ya es uno de los equipos que estando por debajo de los mallorquinistas ha conseguido superar a los de Luis García. Es un buen ejemplo de que sumas en dos partidos y te lanzas, pero si no lo haces o solo empatas llega un momento en que los demás te comen. Y eso es lo que tiene que evitar el conjunto bermellón a toda costa, que los de abajo coman terreno. Por el momento el gran mérito de los baleares es no haber estado ni una sola jornada de la primera vuelta en descenso y han conseguido la mitad de la puntuación necesaria para conseguir la permanencia. Sin duda la salvación pasa por no fallar en encuentros como el de esta tarde y es lo tiene claro el equipo bermellón.
Resta por conocer qué plan tiene en mente Luis García. En Ipurua los jugadores llegados del filial como Gayà y Llabrés dieron una buena impresión, sobre todo el de Binissalem, que demostró tener carácter y mucha visión de juego. Otra cosa es que el técnico decida o no darle continuidad en un partido de Liga desde el inicio. También resta por saber si en la portería mantendrá a Manolo Reina o apostará por Leo Román.
Lo cierto es que el portero del filial ha tenido protagonismo en la Copa, pero tampoco le han puesto a prueba de forma eficiente. No obstante, tarde o temprano habrá que darle una oportunidad en el campeonato regular porque Greif ni está ni se le espera, tampoco se sabe bien qué tiene y qué deja de tener debido a la política informativa del club en el apartado de lesiones. El malagueño por su parte es excesivamente intermitente y tal vez en algún momento no sería descartable que el técnico se la jugara con Leo Román de inicio en el campeonato regular.
El Levante por su parte experimenta esa sensación que en el fútbol suele darse de vez en cuando y es que cuando todo te sale mal siempre puede empeorar. El recuento de ausencias es notable en el equipo granota. Alessio Lisci, tiene la baja por sanción de Carlos Clerc, por acumulación de amarillas, y tampoco puede contar con el lesionado Mustafi. Además, hay varios jugadores ausentes por COVID-19, como Morales, pero el club no ha anunciado el nombre de los afectados. También ayer se conoció que Jorge de Frutos es baja por coronavirus. Se le ha puesto el partido al Mallorca para ir y ganar. Pero esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa.