El punto obtenido ante Las Palmas y la reacción de rabia de los jugadores del Mallorca tras las tablas dejaron un poso de satisfacción en Luis García Plaza, que calificó como «positivo» el empate por la entidad del rival y apuntó a la necesidad de multiplicar su valor este domingo en Son Moix frente al Lugo.
«Se puede decir que la primera mitad fue del Mallorca y la segunda de Las Palmas. Los primeros 45 minutos hicimos lo que habíamos hablado: tener el control balón y de la situación y disfrutamos de llegadas claras. Pensábamos que podíamos irnos 0-2 al descanso, pero tras el descanso no finalizamos las jugadas y Las Palmas tiene dinamita arriba, busca que el partido se parta porque se mueve bien en estos encuentros y estuvieron mejor, así que considero que el resultado es justo», analizó.
Cuestionado por la demora a la hora de introducir cambios en la segunda mitad, el preparador bermellón reconoció que podría haber hecho sustituciones «diez minutos antes» pero argumentó que la tardanza se basaba en la dificultad que tiene un suplente de «de entrar en el ritmo de partido al que se estaba jugando». «No quería partir al equipo porque ellos, con el Mirandés, son el mejor equipo de la categoría en las transiciones. A lo mejor no mucho antes, pero a falta de diez minutos podrían haber entrado. No lo vi claro porque el ritmo era frenético», justificó.
El Mallorca ha calcado los números de la primera vuelta con los mismos cinco rivales (Sporting, Oviedo, Leganés, Almería y Las Palmas) a los que se ha enfrentado ahora y Luis García remarcó que empatar fuera «puede considerarse positivo y más con este rival con jugadores top de la categoría». «Si somos capaces de ganar el domingo habremos dado otro pasito, pero pase lo que pase nada se va a decidir ahora», insistió el entrenador mallorquinista, que incidió en que el tramo final del curso será «largo, duro y difícil».
Satisfecho
«Hubiéramos firmado esta situación a principio de temporada», aseguró el técnico, que puso el foco en ganar el siguiente encuentro para multiplicar el valor del empate y en la reacción de sus hombres a la conclusión del choque. «Si enganchas una victoria cambias la dinámica haciendo siete de nueve y lo que me gusta es que los jugadores estaban rabiando porque querían ganar. Tenemos que respetar a todos los rivales porque ellos (Las Palmas) como tengan el día son capaces de ganar a cualquiera. Nunca estoy contento cuando empato, pero no se puede ganar siempre, llevamos 65 puntos y nos toca seguir trabajando y progresando para hacer el punto bueno en casa», apreció.
El buen ritmo de puntuación y el margen de cinco puntos respecto a la tercera plaza que marca el Almería no desvían a Luis García de su discurso. «En el fútbol cuando sacas pecho te lo hunden y todos estamos orgullosos del equipo porque se ha repuesto a momentos malos, pero tenemos que ser prudentes. Esta liga es de lo más imprevisible porque, sin ir más lejos, este fin de semana el Mirandés, con COVID y diez bajas, gana en el único campo invicto y nosotros no podemos vender otra cosa que la prudencia y el partido a partido», resumió.