Take Kubo cerró este miércoles, en el estadio Pamir de la ciudad de Dusambé, su aventura internacional con Japón, en la que ha tenido que recorrer más de veinte mil kilómetros para disputar solo cuatro minutos de juego.
El futbolista nipón del Real Mallorca se fue tras el partido contra el Espanyol para atender la llamada de su país. En su primera cita, en Saitama y contra Mongolia (6-0), vio todo el encuentro desde el banquillo y ayer, frente a Tayikistán (0-3), salió al campo en el minuto 86 para sustituir a Takumi Minamino, jugador del Salzburgo.
Kubo se pondrá a las órdenes de Vicente Moreno con poco margen para preparar el duelo ante el Real Madrid. El nipón podría jugar ante el equipo de Zinedine Zidane después de que el club blanco haya retirado esta temporada la cláusula del miedo por el que sus jugadores cedidos no podían ser alineados en sus partidos.