El Mallorca llega a 30 de junio con la obligación de meter la quinta y acelerar la planificación para el próximo curso. El club llega a esta fecha con 32 jugadores en plantel con contrato y con Diego Molina fichado, pero todavía no anunciado, lo que hace una cifra de 33 futbolistas en la primera plantilla.
En apenas diez días empieza la pretemporada y como es lógico Vicente Moreno quiere arrancar el curso con el bloque con el que contará, un bloque definido o como mínimo con el esquema principal del equipo concretado. Por lo tanto Maheta Molango y Javier Recio deberán poner en práctica la estrategia que tienen diseñada para liberar fichas sin que eso suponga un coste adicional para el club y que no sea un recorte excesivo del límite salarial. Es evidente que rescindir contratos abonando todas las cantidades firmadas no es la solución y ahí entra la capacidad de gestión del club.
Sin embargo, las últimas declaraciones de Molango no invitan al optimismo. En su última comparecencia pública, concretamente al programa ‘Fora de Joc' de Canal 4 TV, el consejero delegado del Mallorca declaró los problemas con los que se encuentra la entidad balear a la hora de hacer hueco en la plantilla e incorporar a nuevos jugadores. «Al final es una cuestión de entrada y salida (de jugadores) todavía queda tiempo, hay gente que sabe que tendrá difícil seguir aquí y será la habilidad de que salga gente y que venga otra nueva, siempre sabiendo que en Mallorca se vive muy bien y que a la gente le cuesta irse», dijo Molango.
En este escenario la situación es complicada porque el Mallorca firmó contratos de larga duración y pagó fichas altas a muchos de sus jugadores con el fin de asegurarse el ascenso. Pero ahora resta la segunda parte de la gestión, que pasa por reconstruir el equipo y adaptarlo a las necesidades de Segunda A. El problema es que el club se encuentra esposado a esos contratos y debe liberarse de ellos. Se marchó Cedric que era el único que terminaba y se ha fichado a Moyita, Buenacasa y Dani Rodríguez.