Escucha, medita y calcula con precisión cada una de sus respuestas. No quiere meterse en ningún charco. Miquel Àngel Nadal Homar (Manacor, 1966), el mejor futbolista nacido en esta tierra y el candidato de Claassen al banquillo del Mallorca. Ante la tormenta perfecta, su mensaje es monolítico: unidad.
—¿Está usted dispuesto a ayudar al Mallorca?
—Como cualquier otro mallorquinista (silencio largo)... Como cualquier otro exjugador que se ha formado en la entidad. Yo siempre estoy dispuesto a ayudar al Mallorca... Lo que ocurre es que en estos momentos el club tiene un entrenador y mis palabras pueden malinterpretarse. Además, conozco a José Luis Oltra personalmente, es un buen entrenador y un buen tipo y lo único que puedo hacer es lamentar todo lo que está viviendo. No se lo merece.
—¿Como se contempla desde fuera la crisis institucional del Mallorca?
—(Respira hondo) No entiendo muy bien como se ha llegado a esta situación, aunque lo que está claro es que aquí no debería haber vencedores ni vencidos. Aquí lo importante debería ser la institución. Ya se que es fácil decir esto, pero los accionistas deberían darse cuenta de que así es prácticamente imposible que las cosas funcionen. Personalmente apelo a su responsabilidad.
—La enfermedad está diagnósticada, pero ¿cuál es la solución?
—La solución deben buscarla y ponerla en práctica los propios accionistas. Creo que ahora mismo lo que hace falta es unidad, es un príncipio básico en el fútbol. Ahora mismo da la impresión de que esto es una directiva en la que todos intentan ponerse zancadillas, sin prestar atención a lo realmente importante. Si todos quieren lo mismo, que es volver a Primera División y proyectar la imagen que corresponde al Mallorca, deben sentarse, hablar y decidir ir todos a una. Además, es lo mejor para ellos, que son los accionistas de la sociedad, y para la entidad, que ahora mismo está sufriendo una erosión importante.
—Pero una cosa es la teoría y otra la práctica...
—Cierto, pero no queda otra. O se lanza un mensaje de unión y compromiso desde todos los estamentos o la crisis se eternizará. Los directivos pasan, pero el Mallorca siempre debe estár ahí. Y hay que cuidarlo... Este sábado, por ejemplo, hay un partido importante y complicado. ¿Por qué no volcar esfuerzos en preparar este partido e intentar ganar? Insisto en que debe trabajarse sobre un mensaje de unidad, aunque para que esto sea real y factible el consejo debería llegar a acuerdos y respetarlos.
—Usted es el candidato para el banquillo de Claassen, ¿cómo es su relación con Serra?
—A Llorenç le tengo mucho aprecio y cariño. Esa es la única realidad.
—¿Se puede consumar todavía el objetivo del ascenso?
—Quedan bastantes partidos y muchos puntos. Si los de arriba se unen y van todos a una, pueden conseguirse muchas cosas, incluso recuperar la categoría perdida.