La guerra entre Llorenç Serra Ferrer y Gabriel Cerdà Alemany adquiere una nueva dimensión. La reunión del consejo atómico de esta tarde reflejará, de nuevo, la crudeza del combate que mantienen los dos apoderados del Real Mallorca. El orden del día es toda una declaración de intenciones. Los dieciséis puntos suponen un dardo en la línea de flotación de la entidad balear, que divisa un panorama institucional plagado de tinieblas. La cumbre está trazada para arrinconar, aún más, a Serra Ferrer. De hecho, en la mayoría de los capítulos que se tratarán sobre la mesa, el pobler deberá dar explicaciones...
La contienda entre Cerdà y Serra, Serra y Cerdà se adentrará hoy en cuestiones personales, en asuntos de familia. La lucha entre el máximo accionista y el presidente de la entidad, que exteriorizaron su divorcio a finales del pasado mes de noviembre, ha entrado en un callejón sin salida. Ambos han entremezclado a sus hijos en su combate cuerpo a cuerpo, una situación que convierte la ruptura en un punto de no retorno y que deja la institución en el alambre.
Jaume Serra
Uno de los puntos más calientes del consejo de administración afectará a la figura de Jaume Serra. Una facción del órgano de gobierno interrogará al máximo accionista por el conflicto de intereses entre el club y el hijo de Llorenç por los contratos de representación de jugadores de la primera plantilla.
Jaume Serra es agente FIFA y era administrador único de Glofootman, una sociedad representada en el consejo de administración tras la salida del mismo de Jaume Cladera y dedicada a la representación de futbolistas. Además, y esa es la razón por la cual su caso está incluido en el orden del día, representa a varios integrantes del primer equipo, caso de Emilio Nsue o Kevin García, y a varios del equipo filial.
Para contrarrestar ese golpe, Serra Ferrer ha solicitado detalles sobre la facturación efectuada por Deloitte, firma en la que trabaja Guillem Cerdà, el hijo de su antiguo aliado y actual presidente del Mallorca. El máximo accionista quiere información y copia de todos los pagos realizados a esta empresa. Pero aquí no acaban las peticiones de Serra. El pobler también reclama información sobre las minutas presentadas por Josep Senespleda, el abogado del presidente bermellón, y la sociedad desde la cual factura.
Pero antes de que el consejo de administración, que se prevé eterno, aborde las peticiones de Serra Ferrer, el máximo accionista deberá superar algún mal trago. Por ejemplo, nada más comenzar la cumbre, se pondrá sobre la mesa el cese del secretario del consejo de administración, Julián Carnicero, uno de los escasos aliados que todavía mantiene el pobler en el órgano de gobierno. Además se puede dar la paradoja que el propio Serra Ferrer vote a favor de su cese. Y es que el pacto de sindicación rubricado entre ambos el pasado verano obliga al pobler a votar siempre lo mismo que Cerdà...En cambio, el pollençí puede diferir de la opinión de Serra. El máximo accionista ha respondido al punto anterior al pedir explicaciones en el consejo sobre las manifestaciones del director general del club, José María Durán -muy vinculado a Cerdà- por negarse a contestar al director deportivo en la última reunión. «Yo trabajo para el presidente», señaló rotundo ante el asombro del propio Serra.
Pero Julián Carnicero no es la única pieza que puede perder hoy el máximo accionista, el hombre que aterrizó en el club en el verano de 2010 como líder de un proyecto y que tres años y medio después se encuentra acorralado...
Despedidas
El futuro de Damon Mark también está en el alambre. Gabriel Cerdà responsabiliza a este empleado, uno de los hombres de Serra, de ser uno de los promotores de la pitada que contra él llevaron a cabo desde un sector de la Grada Jove en el partido frente al Girona. Su despido se da por hecho.
El punto estrella de la tarde, por su novedad, afectará directamente a José Luis Oltra. El entrenador del Mallorca ha sido llamado a filas, citado de urgencia por el presidente para que explique, en el consejo de administración, las necesidades del equipo para este tramo final de la temporada.
Cerdà ha optado por convocar al técnico valenciano, un hecho insólito, en un claro desprecio hacia la condición de director deportivo de Serra Ferrer. Al no presentar ningún ni propuesta alguna a los consejeros sobre los futbolistas que podrían interesar a la entidad en este mercado invernal, el apoderado quiere que sea el propio José Luis Oltra quien le informe directamente de la situación.
Otro de los históricos aliados de Serra Ferrer, el abogado Miquel Coca, también aparecerá en el orden del día. De hecho, el consejo debatirá sobre los términos de la demanda que podría ser interpuesta sobre sus presuntas irregularidades.
No será un partido de fútbol, pero el Mallorca afronta hoy un capítulo que puede marcar su futuro.