Durante unas horas y sin esperarlo, Portals volvía convertirse ayer en el improvisado epicentro de un cónclave entre campeones. El exclusivo puerto calvianer , por el que cada verano desfilan todo tipo de personalidades relacionadas de una forma u otra con el mundo del deporte, asistía al encuentro frontal entre dos de los faros de la actualidad. Por un lado, Rafael Nadal, que disfrutaba de sus primeras horas en la Isla solo tres días después de reescribir la historia sobre la arcilla de Roland Garros. Por el otro, Michael Laudrup, que ha viajado a la capital balear para intentar aclarar su futuro al frente del Swansea. Y junto a ellos, Miquel Àngel Nadal, tío del tenista y excolaborador del técnico; Bayram Tutumlu, representante del danés; Doug Ellis, presidente de honor del Aston Villa y Alejandro Bellapart, abogado y amigo personal del magnate británico afincado en Mallorca.
El destino reunió, en solo unos metros, a un pedazo más que notable de la actualidad deportiva, aunque lo más llamativo del encuentro es que casi todos sus protagonistas han establecido algún tipo de vínculo con el Mallorca en los últimos años. Y curiosamente, la mayoría se alejaron del club por sus diferencias con Llorenç Serra Ferrer. Laudrup se fue dando un portazo y estalló contra el pobler tras un año de agria convivencia; Miquel Àngel Nadal abrió la puerta de salida a continuación, una vez oficializado el relevo en el cuerpo técnico y Rafael Nadal ha cuestionado en varias ocasiones su modelo de gestión. Incluso Doug Ellis sufrió un encontronazo con el presidente en funciones rojillo al tratar de adquirir, sin éxito, un paquete de acciones de la SAD balear. De hecho el británico, un asiduo al palco de Son Moix, aparecía como testigo en la querella que presentó Claassen en su día ante el propio Serra y Cladera, que al final no fue admitida a trámite.
En el caso de Rafael Nadal, se desplazó a Portals en compañía de Mique Àngel poco después de aterrizar en Palma. Tras elevar al cielo de París la Copa de los Mosqueteros, el manacorí había viajado a Barcelona para someterse a un control rutinario que evaluara el estado de su rodilla y tras comprobar que la zona evoluciona correctamente, volvió a casa para concederse un respiro, cargar las pilas y disfrutar de su espectacular temporada en compañía de su familia y amigos más próximos.En cuanto a Laudrup, anda instalado frente a un cruce de caminos y su futuro en la Premier League está cubierto de dudas. El exentrenador del Mallorca (fue el primero en dirigir al equipo en la era Serra Ferrer ) inició el pasado verano una apasionante aventura a los mandos del Swansea galés. A nivel de resultados, el danés firmó la permanencia sin demasiados problemas y conquistó además la Capital One Cup, con la que le ha abierto al club las puertas de la Europa League de cara a la temporada que viene. Sin embargo y según recoge estos días la prensa británica, la planificación del nuevo curso ha abierto una serie de diferencias con el presidente del conjunto galés, Huw Jenkins. Laudrup le ha reclamado un mayor esfuerzo a la hora de acometer traspasos y la negativa del dirigente y su directiva han propiciado un distanciamiento importante. De hecho, su futuro está entre paréntesis y tanto la entidad como el entrenador desconocen qué ocurrirá este verano.
Con el deseo de sacar algo en claro, Michael Laudrup ha viajado a Mallorca (tiene casa en la Isla) para debatir en compañía de Bayram Tutumlu y buscar una fórmula para apagar el fuego. Pese a tener contrato hasta 2015 en el Liberty Stadium y alargar estos días la españolización del vestuario, el nombre del danés ya se ha vinculado a otros clubes extranjeros, como el del Fenerbahce turco, y si el conflicto no se desbloquea podría salir del banquillo galés.
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