Se acabó. Joaquín Caparrós y su cuerpo técnico ya son historia para el Mallorca. 490 días después de su llegada, el utrerano y su equipo de trabajo eran destituidos por parte del director deportivo del club, Llorenç Serra Ferrer, que negociaba anoche la llegada de su sustituto. En principio, el entrenador elegido por el pobler para acudir al rescate bermellón es Gregorio Manzano. El de Bailén, que salió de Son Moix por la puerta trasera y repudiado por la afición (2010), podría coger hoy mismo las riendas del grupo siempre y cuando se alcance un acuerdo con respecto a la duración del contrato, ya que pretende dirigir al equipo lo que resta de campaña y la siguiente.
El ciclo de Caparrós se agotó en Anoeta, frente a un equipo que, curiosamente, ha jugado un papel determinante en las últimas salidas que se han producido en el banquillo mallorquinista. La derrota ante la Real Sociedad, que servía para culminar una insoportable racha de resultados (6 puntos sumados de los últimos 51), propició que el entrenador redactara su carta de despido a más de 800 kilómetros de Son Moix y a pesar de que el propio Serra había acreditado la semana pasada una confianza absoluta en su trabajo.
Los caprichos del calendario motivaron, además, que el Mallorca se viera obligado a cambiar el rumbo de su marcha coincidiendo con uno de los desplazamientos más incómodos de la temporada. El grupo, resquebrajado por su calamitosa actuación ante la Real Sociedad, pernoctaba en San Sebastián después del partido y debía permanecer en la capital donostiarra hasta la tarde de ayer. Después de una intensa noche de reflexión y una serie de conversaciones que se reanudaron a la mañana siguiente, Serra le comunicó a Capa que dejaba de ser el técnico del Mallorca poco antes de emprender el camino de vuelta a casa. Pese a todo, ambos trataron de llevar la situación con naturalidad y permanecieron juntos durante la mayor parte del viaje. En el autocar que llevó al equipo hasta Bilbao, en la terminal de Loiu, donde coincidieron con el entrenador del Valencia, Ernesto Valverde, durante el vuelo hacia la capital balear e incluso mientras esperaban el equipaje en Son Sant Joan. Una vez allí se separaron y volvieron a verse más tarde en las entrañas del estadio, justo antes de escenificar una despedida conjunta que marcará un punto de inflexión en el trayecto del Mallorca.
«Es muy complicado tener que dar esta noticia», empezaba justificándose Serra. «He hablado con el míster mucho tiempo acerca de la situación del equipo y hemos llegado a la conclusión de intentar buscar un revulsivo que nos pueda dar un empujón de cara a lo que resta de competición y ser capaces de lograr el objetivo, que no es otro que quedarnos en Primera División», argumentaba.
El director deportivo y presidente en funciones, que agradeció públicamente el compromiso de Caparrós y su equipo, aclaró también que el club mantiene conversaciones con varios técnicos para recoger el testigo del utrerano. Y en esa dirección, el mejor colocado de la lista es Gregorio Manzano, sin equipo desde que fuera destituido en el Atlètico de Madrid a finales de 2011.