Acostumbrado a vivir en la sombra más tiempo del necesario y resignado a sus continuos enredos institucionales, el Mallorca quiere abrazarse esta noche al balón para concederse una de sus mayores alegrías dentro del campo. Una vez aparcadas las urgencias del campeonato de Liga, el equipo pretende seguir disfrutando de la Copa y se ha propuesto vivir otra noche mágica. Con el recuerdo todavía fresco de la epopeya ante la Real Sociedad, jugadores y afición se darán la mano para trazar una nueva remontada y lanzarse a la persecución de un sueño (Iberostar Estadi, Gol Televisión, Canal Plus Liga, 20.00 horas).
El desafío de meter la cabeza en semifinales le exige al grupo una nueva gesta, una exhibición prácticamente idéntica a la de la ronda anterior. En aquella ocasión el Mallorca había salido magullado de Anoeta tras un pésimo partido y recibió un bofetón en la mejilla al poco de iniciar el segundo asalto que le mandó directamente a la lona. Sin embargo, el equipo emergió entre sus propias cenizas cuando parecía desintegrado y le dio la vuelta al calcetín en siete minutos para la historia que van a servirle ahora de referencia en el mapa del torneo. Porque si se trata de creer, la plantilla, el cuerpo técnico y la grada están convencidos de que la clasificación es posible.
El mayor problema que se le presenta esta vez al Mallorca es la talla del enemigo, que nada tiene que ver con su vecino guipuzcoano. El Athletic llega marcado por la goleada que encajó el domingo en Chamartín, pero también con la posibilidad de saldar una deuda histórica en un torneo que siempre ha formado parte de sus señas de identidad.
Oponentes al margen, el Mallorca también tendrá que pelear contra otros elementos igual de peligrosos. Contra el cansancio acumulado, contra el reloj y contra las posibles bajas, ya que aunque Caparrós no redactará hasta hoy la lista de convocados, hay varios futbolistas tocados. Tissone, con una sobrecarga, encarna a la más preocupante de todas, pero el concurso de Nsue (sufre un problema en un dedo del pie), Sergio Tejera (adductor) y Zuiverloon (planta del pie) tampoco está garantizado.