Cuando hoy, 17 de septiembre, se ponga el sol, Dudu Aouate no podrá comer, beber, encender la luz, conducir, oír la radio, mantener relaciones sexuales, ver la televisión... En ese momento, comienza el Yom Kipur, el Día del Perdón, una festividad judía que se dedica a la reflexión y al descanso y que el portero del Mallorca cumplirá mientras sus compañeros se miden a Osasuna en el tercer capítulo del curso. La celebración de la gran fiesta judía impedirá al portero estar a disposición de Michael Laudrup para el encuentro que el grupo bermellón disputará mañana ante el conjunto navarro en el Iberostar Estadio. Por motivo del inicio del día judío del arrepentimiento, considerado el día más santo y más solemne del año, Dudu estará recluido en su domicilio desde el anochecer de hoy hasta 24 horas después.
Lux, 16 meses después
El choque dará comienzo a las 18:00 por lo que no podrá ser alineado -ni siquiera irá convocado- al coincidir el encuentro con las últimas horas de la celebración. De esta forma, Laudrup recurrirá al argentino Germán Lux, que recuperará la titularidad ¡16 meses después!. De hecho, no empieza un partido de Liga en el once desde aquel lejano 3 de mayo de 2009, cuando el Mallorca se impuso al Getafe (2-1). El curso pasado, sólo disputó 45 minutos, en el segundo tiempo del partido ante el Sevilla hace ahora un año.
El cuerpo técnico bermellón, conocedor de la situación, se plegó a la decisión del portero, cuyo compromiso con el Yom Kipur es profundo.
No es la primera vez que la fiesta coincide con la profesión de Aouate. De hecho, el curso pasado pudo disputar el encuentro, aunque nada más finalizar aquel partido -ante el Valladolid- abandonó a toda velocidad las instalaciones porque debía cumplir con sus obligaciones.
Sin embargo, hace unos años vivió una situación más complicada todavía y que le costó alguna reprimenda desde su país. El inicio de festividad judía arrancaba en 2006 el 1 de octubre a las 19:00, justo a la misma hora que el Deportivo jugaba en San Sebastián. Aouate declaró entonces que empezaría el Yom Kipur a la finalización del partido. «Si el Yom Kippur entra a las siete, por ejemplo, y el partido es justo a esa hora, puedes empezar a las nueve, hasta las nueve del día siguiente. Son 24 horas seguidas», subrayó entonces. Ahora, en cambio, el partido coincide de lleno con el día sagrado.
El portero también recordó una anécdota que protagonizó junto a Benayoun, actualmente en las filas del Liverpool. «Un año teníamos encuentro fuera de casa y Benayoun y yo viajamos un día antes que el equipo para cumplir el Yom Kipur antes del partido y después jugar», dijo.
Si Aouate jugó, el ex futbolista Haim Revivo incluyó en su contrato una cláusula para no participar el día del Yom Kipur. Nunca jugó.
Acostumbrado a vivir el Yom Kippur en Israel, el portero admitió que el ambiente no tiene nada que ver con otros países y que ha tenido que modificar sus costumbres sobre la marcha. En Israel no hay nada abierto y apenas circulan coches por las calles durante ese día, considerado el más santo y más solemne del año, de expiación y reconciliación, de arrepentimiento, plegaria y balance de acciones realizadas. Es por ello que la comida, la bebida, el baño y hasta las relaciones conyugales están prohibidos. También jugar a fútbol y Aouate, en esta ocasión, no llegará a tiempo.