La regata Palma-Melilla-Palma A2 ha zarpado hoy a las 13.00 horas de la Bahía de Palma con viento flojo y la expectativa de que la situación mejore a medida que avance la competición. La flota, compuesta por 33 embarcaciones de la clase Mini 6.50, ha iniciado la travesía poniendo rumbo a Cabrera; tras dejar este primer paso por estribor, se dirigirá hacia la isla de Alborán, que deberá quedar por babor, y de ahí continuará hacia Melilla sin otros puntos de control obligatorios y con la restricción de no penetrar en las aguas territoriales de Argelia.
La regata, organizada por el Real Club Náutico de Palma y el Real Club Marítimo de Melilla, tiene un recorrido de 1.000 millas y es puntuable para la clasificación de la Mini Transat 2025. La salida se ha producido en condiciones de poco viento, pero se espera que éste vaya en aumento en las próximas horas, favoreciendo un rápido desarrollo de la primera etapa.
A lo largo de los últimos días, el Real Club Náutico de Palma ha llevado a cabo rigurosas inspecciones para asegurar que las embarcaciones cumplen los requisitos de seguridad de las regatas oceánicas. Esta mañana, los participantes han entregado sus teléfonos móviles y a partir de ahora solo podrán comunicarse por radio. El uso de Internet y cartas electrónicas está prohibido, aunque se permite la navegación mediante GPS.
La Palma-Melilla-Palma A2 es la primera regata oceánica de 1.000 millas organizada por el Real Club Náutico de Palma en sus 76 años de historia. Hugo Ramón, regatista oceánico, vocal de vela del club e impulsor del evento, busca también su clasificación para la Mini Transat, en la que ha participado en tres ediciones anteriores (2005, 2007 y 2009), a bordo del Cristalmina Majorica, junto a su compañero Aleix Sellés.
Antes de soltar amarras, Ramón ha recalcado que la Palma-Melilla-Palma es «un sueño» que empezó a rondarle hace más de 20 años, cuando dio sus primeros bordos en la clase Mini: «Me siento muy orgulloso de ver cómo el club en el que aprendí a navegar acoge su primera regata de gran altura. Veo esta edición inaugural como una oportunidad para fomentar la vela oceánica entre los jóvenes y para contribuir al desarrollo de la clase Mini 6.50 en el Mediterráneo».
El resto de la flota española está compuesta por cuatro embarcaciones y por los siguientes regatistas: Ramón Ribera, Juan María Adriozola (Amuitz Sames Company), Miguel Rondón, Marc Claramunt (Kristina II), Joan Trenchs, Witolp Malecki (Pachamama), Tomás Ruiz y Carlos Manera, segundo clasificado en la Mini Transat 2023 (Suricate).
Los barcos de la clase Mini, con una eslora de 6,5 metros, están diseñados para la navegación oceánica en solitario o con dos tripulantes.