El 18 de noviembre no será un día más en la vida de Diego Krasimirov (Palma, 2003). Con veinte años, el joven boxedor mallorquín dará el salto al campo profesional. Lo hará en una espectacular velada en el Club El Rayo de Madrid y frente al norirlandés Edgar Kemsky. Será a seis asaltos y en el peso súperwelter (71 kilos). Hasta aquí, todo parece normal, cumpliéndose el sueño de un deportista crecido en el Príncipes Boxing y el CTEIB antes de caer en las mejores manos.
Krasimirov debutará con un patrocinio de récord entre sus guantes. Porque Everlast y Sports Direct, la marca de referencia en equipamiento de boxeo y una importante cadena británica de tiendas de ropa, calzado y artículos deportivos, han apostado muy fuerte por el balear, que tiene como mánager a Óscar Zardain y se entrena bajo la supervisión de un ilustre: Paul Hamilton. Es el único preparador en España homologado por el British Boxing Board of Control y ha visto en Diego «talento, clase, descaro...», reconoce tras un entrenamiento en el Fit Club Mallorca de Son Caliu (Calvià), donde David Gómez le ofrece un recinto de garantías. Dani García (preparador físico) y Pete Bell (nutricionista) completan el núcleo duro de Krasimirov, que llegará a profesional con un 90% de victorias en el campo amateur.
Everlast se suma con una aportación en equipamiento por valor de más de 100.000 euros, a los que se suman los cuatro combates televisados en directo que aportará Sports Direct. Mansion (Night Club), Med 54, Fit Club Mallorca y Sandberg Estates, este último como espónsor de su estreno profesional, engordan la nómina de apoyos que Diego Krasimirov ha logrado reunir, para dar forma a un patrocinio de récord e inédito en el boxeo balear y español.
Tras sus primeros seis combates, ese contrato y el patrocinio se revisarán para ampliarlo o no, pero el plan es a medio y largo plazo. «En siete años podría estar peleando por un título mundial», confiesa Paul Hamilton, que de cara a 2024 quiere ampliar su récord profesional y tener la oportunidad de optar al Campeonato de España. Tras ello, Hamilton pretende forjar a Diego fuera de España, especialmente en Inglaterra, para entre 2025 y 2026 aspirar al cinturón europeo. «Con 27 o 28 años, puede llegar a su máximo nivel, pero vamos a ir pasando etapas. Si corremos, podemos cometer errores», añade Hamilton.
«Cuando le ví, noté algo especial en él. Tiene una gran facilidad para aprender y asimilar las cosas», añade Hamilton, quien ha entrenado a varios campeones del mundo, aunque en el balear ha encontrado «un buen ojo y fuerza», palabras que agradece el púgil, sabedor de que está «ante mi gran oportunidad. Llevo años preparándome para algo así y no quiero defraudar a todas las personas y las marcas que me están apoyando», asegura Krasimirov, que sueña «con poder pelear en un evento profesional de primer nivel en Mallorca, aunque tengo que ir paso a paso, sabiendo qué terreno piso», relata el deportista, cuya familia procede de Bulgaria.
Asegura que rinde «bien con presión» y agradece «todo el apoyo de Paul, David y el equipo...» para poder llevar una vida de profesional, con un cuidado y una puesta a punto de nivel, como apunta David Gómez, responsable del Fit Club Mallorca. «Además de tener el lujo que es Paul (Hamilton), cuenta con un médico deportivo, realiza pruebas de esfuerzo, gestión de la respiración, hipoxia, crioterapia... Ponemos todos los medios para que alcance sus objetivos y él vemos que lo da todo», añade.
«Tenemos que encontrar su mejor momento en cada una de las etapas», apunta Paul Hamilton, para quien, tras este debut y su rodaje en el campo profesional, será clave en la trayectoria de Diego viajar a Inglaterra para «conocer otra manera de entrenar, competir, vivir el boxeo profesional», aunque apostilla David que un objetivo paralelo «es crear una comunidad en torno a él, que sea un referente y salga fuera de España siendo un púgil conocido y con un historial».
Su autoexigencia y lo que ha logrado remover de la mano de Everlast y Sports Direct, Diego Krasimirov cuenta los días para firmar una página histórica para el boxeo mallorquín y nacional. Por ingresar en el campo profesional, pero también por hacerlo con una esponsorización que rompe barreras y eleva las expectativas en torno a un púgil que irrumpe a ritmo de récord.