El Mundial de balonmano que se celebra en Alemania y Dinamarca no pasará a la historia entre los mejores de la selección española, pero pasarán los años y su imagen mantendrá un vínculo con Mallorca de la mano de Laura Galmés Schwarz, que ha sido responsable del logotipo, la estrategia de comunicación y la identidad del certamen.
La experta en comunicación de marca, que actualmente ejerce de consultora de márketing y branding en diferentes proyectos tras terminar un MBA en Madrid, dirigió el proyecto en su etapa en Jung von Matt que acabaría convenciendo a los organizadores del Mundial.
«La idea era huir del cliché y captar a la gente joven con una imagen más moderna e icónica y en colores blanco y negro para ofrecer una idea de neutralidad en la que fueran los aficionados los que le pusieran el color al evento», explica la mallorquina, hija del expresidente del Mallorca Monti Galmés. Además, la G y la D que integran el logo son las siglas de los dos países que albergan una competición que ella está siguiendo de cerca.
La mallorquina, a sus 32 años, cuenta con una más que notable trayectoria en el campo del branding (el proceso de hacer y construir una marca) tanto en el ámbito deportivo como en el cultural. Entre sus trabajos más destacados figuran el diseño de la marca y la campaña de apertura de la Filarmónica de Hamburgo (Elbphilharmonie), múltiples trabajos con la UEFA en distintas finales de la Liga de Campeones o la campaña del espectacular túnel del estadio del Schalke 04.