El británico Chris Froome (Sky), cuádruple ganador del Tour de Francia, dio el primer golpe de autoridad en la Vuelta al enfundarse el maillot de líder en la tercera etapa disputada entre Prades y Andorra La Vella, de 158,5 kilómetros, primer examen de montaña que se adjudicó el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain), con un ataque en la recta de meta.
Primer examen, primera conclusión: Froome ha venido a ganar. Fue protagonista rompiendo la carrera en La Comella, ambicioso y fuerte a partes iguales. No venció, pues llegó desde atrás Nibali, quien perdió comba en el puerto, y sorprendió con bravura en la recta de meta.
El «Tiburón» lanzó la dentellada superado el calvario y se llevó la victoria en la meta de Andorra La Vella por delante del español David de la Cruz (Quick Step), Froome y resto del grupo principal donde viajaban Bardet, Chavez, Aru, Roche, Van Garderen y Pozzovivo.
La consecuencia de una estrategia que muestra las intenciones del Sky y de su líder Chris Froome, ya líder, por primera vez desde aquel lejano 29 de agosto de 2011 en Salamanca, cuando el mundo supo que había un keniano en el pelotón, rubio, y con madera de campeón. Entonces le cedió la roja a su jefe, Bradley Wiggins. Los efectos colaterales hundieron a Contador, lejos de su mejor forma, a 2.33 del ganador.
Con la roja a sus espaldas empieza la defensa del liderato. De la Cruz, que quería ser líder, se quedó con las ganas, a 2 segundos, lo mismo que el irlandés Nocolas Roche. Nibali y Aru persiguen a 10 segundos, Aru a 38, Bardet a 48 y Zakarin a 1.29. Malas sensaciones las de Contador, trigésimo a 3.10. La gran esperanza española de futuro, Marc Soler, se dejó 14 minutos.
La etapa más internacional de la Vuelta 2017 nació en Prades (Francia), se desarrolló en España y desembocó en Andorra. En la primera cita de montaña tres puertos para poner a prueba las fuerzas de los favoritos: La Perche, La Rabassa y La Comella.
De salida, y camino del Col de la Perche (1a,19 kms al 4,8 por ciento), el uruguayo Fabricio Ferrari (Caja Rural) puso el despertador para crear la fuga del día. Se formó con 7 hombres: Domont y Geniez (Ag2r), Villella (Cannondale), De Gendt (Lotto), Turgis (Cofidis), Ferrari (Caja Rural) y Fernando Orjuela (Manzana-Postobón), a quienes se unió en el ascenso el polaco Niemiec.
El belga De Gendt, autor de la victoria en el Mont Ventoux en el Tour 2016, marcó la autoridad superando al frente la cima con el pelotón a 4 minutos. El ciclista flamenco no era el único corredor de entidad, pues Niemiec y el francés Geniez ya conocían la victoria en la Vuelta, en etapas de prestigio en Lagos y Ézaro y Peyragudes respectivamente.
Entendimiento en la fuga y diferencia estabilizada por el Quick Step en defensa del maillot rojo de Lampaert. A pesar de una rebelión de Geniez la aventura empezó a trepar la Rabassa (1ª categoría, 13,3 kilómetros al 6,8%) con aroma de sentencia.
Movió ficha el Sky al frente de la tropa. El primero en caer, el líder Yves Lampaert, pero también cedieron a las primeras de cambio Marc Soler, Alaphilippe o Jungels. Un ritmo elevado de los hombres de Froome, dueños de la situación en vísperas de la batalla final de la Comella.
Geniez y Villella coronaron La Rabassa, a 1.800 metros de altitud con algunos segundos de ventaja sobre el grupo selecto, donde restaban 40 hombres. Un nuevo escenario en la bajada. Los favoritos afilando las garras camino del último puerto, de 2a, pero duro de pelar con 4,8 kilómetros al 8,6 de pendiente.
La Comella, territorio «Purito» Rodríguez, es de esos lugares donde un ligero desfallecimiento se traduce en una sangría de minutos. Había dudas sobre las fuerzas de los gallos, la mayoría sin competir desde el Tour de Francia. Sky no admitía aún ningún debate, mandaban al frente los hombres de Froome con la colaboración de Rui Costa y Atapuma (Emirates).
Ambición de Froome, que se dio el lujazo de bonificar en el esprint intermedio de Andorra La Vella. Sobrado el tetracampeón del Tour mandó tirar a todo gas a sus hombres en La Comella. Rosa y Poels sacaron el latigo para desbrozar el camino. Enseguida cedió Contador.
Finamente se formó un grupo de 9, en lucha por el triunfo y la bonificación. El último en llegar fue el primero en atacar. El «Tiburón» siciliano atacó en la recta final. Unos metros y gesto del zarpazo del escualo depredados.
Nibali, de 32 años y uno de los 6 ciclistas de la historia que tienen en su palmarés las 3 grandes, presentó su candidatura. Tercero en el Giro 2017, donde ganó una etapa, nada en dirección de una segunda Vuelta que pueda unir a la que logró en 2010. Con permiso de Froome, tan voraz como el ciclista siciliano.
La cuarta etapa entra ya de lleno en España con el trayecto entre Escaldes Engordany y Tarragona, de 198,2 kilómetros. Los esprinters deberían aprovechar esta oportunidad.