La selección española de fútbol sala se enfrentará mañana (12:30 h., Nimiburt Sadium) a la anfitriona Tailandia, un equipo con la ilusión como bandera y el completo respaldo del público, en los octavos de final del Mundial de fútbol sala.
El conjunto de José Venancio López es, indiscutiblemente, el favorito. De hecho es uno de los claros aspirantes a luchar por el título en su condición de bicampeón mundial.
No obstante, como se ha encargado de demostrar este torneo, la progresión de la mayoría de los equipos ha sido patente y las distancias se han acortado.
España parecer ir de menos a más. Tras el empate inicial ante Irán, los triunfos contra Panamá y Marruecos, sin alardes pero sin problemas, han llevado a La Roja a estos octavos como primera de grupo y con mucho margen de mejora.
Tailandia, en cambio, ha pasado como uno de los mejores terceros. Comenzó con triunfo ante Costa Rica (3-1) y luego cedió frente a Ucrania (3-5) y Paraguay (2-3).
España se ha enfrentado este año en dos amistosos a los 'Changsuk' en su casa, en agosto. El 24 goleó por 8-0 y el 26 venció por 6-4 con sendos tripletes de Fernandao, por el bando hispano, y de Thueanklang, por el asiático.
El equipo del holandés Vic Hermans encara el encuentro de mañana como una oportunidad de hacer historia y de hacerse el hueco en el escaparate, pero sobre el papel debería hacer una auténtica machada para dejar en la cuneta a España.
Una de las mejores noticias del último encuentro ante Marruecos fue la aparición estelar de Fernandao tras superar sus problemas físicos. El pivote azulgrana se presenta como un hombre clave en lo que queda de torneo.
El que no podrá jugar, por acumulación de tarjetas, será su compañero Lin, pero, pese a su movilidad y capacidad en la presión, José Venancio López dispone de los mimbres suficientes para, manteniendo la concentración y con algo de acierto en ataque, solventar esta ronda sin grandes problemas a la espera de que la exigencia se incremente en cuartos, en los que presumiblemente se enfrentará a Rusia, que se medirá a la República Checa.
Cumplido el parón por las dos tarjetas vistas en los encuentros iniciales, el capitán Kike Boned y Ortiz podrán estar a disposición del seleccionador nacional para el choque de mañana.