No pudo ser. El espectacular récord del boxeador mallorquín David Quiñonero (Motorcity, ahora 27-1-0) se vio frenado ayer en uno de los combates estelares de la velada celebrada en el Stechert Arena de Bamberg (Alemania). En juego, la opción de ser aspirante oficial al título mundial de peso crucero, cuya corona Plata del Consejo (WBC) ya hizo suya el púgil mallorquín. Delante, el polaco Mateusz Masternak (ahora 28-0-0) y un ambiente hostil para el isleño, que afrontaba el combate más importante de su dilatada trayectoria profesional, en la que la victoria había sido su libro de ruta, con la vía rápida como principal argumento.
El envite, apalabrado a diez asaltos, fue intenso desde el primer momento. Los dos boxeadores salieron a por todas, pero Masternak ya dejó claro que no iba a ser asequible para Quiñonero, que hizo daño a su oponente en el segundo capítulo, aunque el global se lo llevaba por el momento el polaco, favorecido por el ritmo exhibido.
Problemas
En el tercer round, las cosas se complicaban para Quiñonero, al que un corte en el pómulo izquierdo iba a pasar factura. Masternak seguía llevando la pauta en la cuenta global a la para que el ojo izquierdo del balear se iba cerrando, pese a lo cual, David hizo recular a su adversario.
En el quinto asalto, Masternak no jugó limpio, lo que provocó las protestas del mallorquín, que pese a todo veía cómo el parcial se iba al casillero del polaco, que se creció en el sexto pese a los intentos de Quiñonero por buscar noquearle, la única vía que, a esas alturas, podía dar el triunfo a un David que se vació. Así, en el séptimo echó el resto, aunque Masternak se defendió y sacó buenas manos para contrarrestar las ofensivas del púgil del Motorcity, que en el parón entre el séptimo y el octavo asaltos decidió poner fin al combate, decantado por KO Técnico en favor de Masternak. «Me sabe mal, estoy haciendo todo lo que puedo», decía David Quiñonero, que felicitó a su rival, superior en todos los asaltos.