La guerra es total entre los dos eternos rivales. El Real Madrid anunció ayer en un comunicado oficial que denuncia ante la UEFA al Barcelona por conducta antideportiva de sus jugadores durante el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones jugado el miércoles en el estadio Santiago Bernabéu.
«Conocida la decisión sin precedentes del F. C. Barcelona de denunciar al entrenador del Real Madrid C. F. José Mourinho ante el Comité de Control y Disciplina de UEFA, el Real Madrid C. F. comunica que se ve obligado a dar consecuente traslado al mismo órgano disciplinario de la reiterada conducta antideportiva del F. C. Barcelona, cuyos jugadores simularon agresiones de forma persistente con el único fin de inducir a error al árbitro del encuentro, lo que degeneró en la decisión manifiestamente injusta de expulsar a nuestro jugador Pepe», dice el texto en la web del club.
«Resulta sorprendente que este encadenamiento de conductas antideportivas y decisiones desafortunadas finalmente desemboque en la apertura de un expediente disciplinario a nuestro entrenador José Mourinho quien, más allá de opiniones vertidas en el ejercicio de su libertad de expresión, puso de manifiesto su rechazo a la victoria deportiva a cualquier precio y a la vulneración de los principios de lealtad, integridad y espíritu deportivo que consagran el art. 7 del Preámbulo de los Estatutos de UEFA y el art. 5 de su Reglamento Disciplinario, por lo que el Real Madrid C. F. manifiesta su total apoyo a su entrenador».
El Real Madrid cerró así una jornada polémica el día después del triunfo logrado por el FC Barcelona (0-2). La UEFA decidió abrir un expediente sancionador a José Mourinho por parte del Tribunal de Control y Disciplina y posteriormente el propio FC Barcelona también hizo lo propio con el entrenador del Real Madrid por sus declaraciones postpartido donde puso en duda el título europeo que logró el Barca en 2009.
Remontada
Por otra parte, la polémica expulsión de Pepe en el partido de Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Barça dejó la resaca dejada por el colegiado alemán Wolfgan Stark y un día después la plantilla madridista sí creía en la remontada.
Sergio Ramos, en el día de descanso que dio Mourinho a su plantilla, fue el portavoz del grupo y mandó un mensaje de ánimo a los madridistas en su twitter. «Ahora es cuando realmente tenemos que estar más unidos, todavía quedan 90 minutos más y en el fútbol todo es posible...», aseguró antes de dejar su opinión sobre el colegiado. «Respecto al árbitro, sin comentarios. Simplemente, lamentable... Un saludo...», sentenció el defensa, que no podrá jugar la vuelta por acumulación de tarjetas.
Televisiones, radios y prensa escrita recogieron las declaraciones unánimes de los blancos. Stark no se libró de las críticas. Algunas más comedidas que otras, pero todas iban en una dirección, lamentar la decisión del alemán. Mucho más suaves que José Mourinho, que incendió la sala de prensa después del duelo, los futbolistas merengues cargaron contra el colegiado.