El interminable 'culebrón' en el que se ha convertido la homologación del velódromo Palma Arena parece entrar, al fin, en su fase decisiva. El cambio de dirección técnica en el diseño del proyecto para el cambio de la pista, con el aval directo de la UCI, ha acelerado el proceso, cuyo coste correrá a cargo de los arquitectos García-Ruiz. Walter Von Lütcken, en nombre de World Track Records y en representación del estadounidense Dale Hughes, recabó las últimas informaciones que le deben llevar a tener cerrado el proyecto la próxima semana. El objetivo es presentarlo ante la Unión Ciclista Internacinal (UCI) el día 19 y que el organismo lo valide, para iniciar los trabajos a finales de abril y acabarlos en verano, para conseguir una homologación que llegaría en agosto, aunque no se descarta que a finales de mayo pudiera lograrse.
Von Lütcken visitó la pista junto al presidente de la Federació de Ciclisme de les Illes Balears, Arturo Sintes, y el delegat de la Presidència per a l'Esport, Diego González, y reconoció la deficiente calidad de la madera, explicando que las labores se centrarán en la superfície y las barandillas, que serán una pieza única. Además, ya se trabaja para acoger eventos, como el próximo Europeo Sub 23.