Novak Djokovic privó al Abierto de Estados Unidos de su final soñada tras infligir a Roger Federer su primera derrotar en una semifinal del torneo neoyorquino, donde había jugado las seis últimas finales, en un duelo espectacular y vibrante en el que el suizo desaprovechó dos bolas de partido.
La excepcional batalla entre el serbio y el suizo se prolongó durante 3 horas y 44 minutos, tras las cuales, Djokovic, que siempre fue a remolque, se impuso en cinco sets por 5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 7-5, y se verá las caras en la final con el número uno mundial, Rafa Nadal.
Desde el principio del partido Djokovic ya demostró que estaba dispuesto a acabar con su mala racha frente a Federer en Nueva York, quien le había eliminado los dos últimos años en semifinales y le derrotó hace tres en la final.
El serbio salió muy centrado a la pista y consiguió cristalizar su buen juego con una rotura de servicio en el sexto juego, aunque la respuesta de Federer fue inmediata.
El suizo incrementó en ese momento su nivel de juego, con numerosas subidas a la red que siempre tradujo en puntos a su favor y en el undécimo juego logró de nuevo romper el servicio del serbio para apuntarse el primer set.
Lejos de venirse abajo, Djokovic se sobrepuso de forma brillante. El tenista de Belgrado exhibió todo su talento en la segunda manga, ante un Federer totalmente superado que no veía la forma de frenar la avalancha de golpes que le llegaba desde el otro lado de la pista y que cedía su primer set del torneo por un rotundo 6-1.
La tensión en el tercero fue máxima. Los dos jugadores se agarraron a su servicio y fueron sumando juegos en sus respectivos casilleros, hasta que con 6-5 a su favor Federer consiguió romper el saque del serbio y se apuntó la manga soltando un grito de celebración para descargar toda la adrenalina acumulada.
De nuevo le tocaba remar contracorriente a 'Nole' y la respuesta fue igual de contundente que en el segundo set. El pentacampeón del torneo comenzó a cometer más errores de la misma forma que Djokovic coleccionaba golpes ganadores y esa coyuntura se tradujo en un 5-1 a favor del balcánico que abría las puertas a la quinta manga.
El partido entró otra vez en una fase de gran igualdad. La emoción subía conforme avanzaban los puntos y los dos tenistas regalaban a los más de 20.000 espectadores de la Arthur Ashe un partido maravilloso, tanto por la emotividad como por la calidad del tenis.
A partir del octavo juego cada punto valía su peso en oro y el duelo se volvió aún más eléctrico. Federer dispuso de dos bolas de partido con el 5-4 a su favor y servicio de Djokovic, pero el balcánico, con todo en contra, elevó su tenis hasta un nivel altísimo y con golpes espectaculares logró rehacerse y empatar a cinco juegos.
La emoción no decreció en el siguiente juego. Djokovic aprovechó la primera bola de rotura de la que dispuso con un revés fuera de Federer que permitió al serbio sacar para ganar el partido.
Pero el suizo aún dispuso de un último cartucho con un punto de 'break' que sin embargo no aprovechó, mientras que Djokovic no perdonó con su primer punto de partido y tras santiguarse se puso de rodillas y besó la pista donde el domingo se enfrentará a Rafa Nadal para que el torneo inscriba un nuevo campeón en su historial.
El duelo entre el serbio y Rafa Nadal contará con la presencia del Secretario de Estado para el Deportes Jaime Lissavetzky.