Miquel Alzamora |SEVILLA
La alegría era una sensación compartida en el vestuario mallorquinista. La calidad de la victoria, la entidad del rival y el valor de los tres puntos permitían sonreír en el Sánchez Pizjuán. Pese a todo, la labor arbitral volvió a ser tema habitual en la zona mixta, ya que el colegiado «un par de penaltis a favor sí nos pudieron señalar. Lástima de la expulsión, pero sólo podemos seguir trabajando de esta manera y pensar en el próximo partido, igual o más importante», confesaba Ariel Ibagaza, autor de uno de los tantos del triunfo, quien resaltó que «con diez jugadores supimos aguantar y eso da más mérito al resultado». Sobre su reencuentro con el gol, «más que a título personal, que es la confirmación al buen trabajo que estamos haciendo, lo celebro por lo que ha servido hoy (por ayer) a la hora de escalar posiciones y no perder la opción de meteros en la parte alta de la clasificación. Unas veces marcan otros y hoy (por ayer), me tocó a mí. Eso dice mucho de la variedad de recursos que maneja el equipo», declaró el cerebro mallorquinista en el capítulo ofensivo.
Fernando Varela, protagonista directo de la expulsión y goleador en feudo sevillista, recordó que la segunda cartulina «lo era, pero también hubo un penalti a Güiza y un par de tarjetas más que no castigó. No entiendo por qué, pero acabé expulsado» explicó el andaluz. Del espectacular tanto logrado ante el Sevilla, Varela lo definió como «bonito», y destacó que «intenté chutar como otras veces, y hubo suerte».
Guillermo Pereyra calificó la expulsión de Varela como «una lástima», pero ensalza el resultado «porque si ya terminar con once es un logro, finalizar con diez ante el Sevilla y en su campo nos da más confianza, porque habla del buen hacer del equipo ante un rival de gran entidad. Los que quedamos en el campo nos vaciamos y al final nos llevamos los tres puntos, que para nosotros tienen una gran importancia para remontar en la clasificación. Lo importante era puntuar y lo hemos hecho».
El central Sergio Ballesteros también realizó su particular lectura de un partido «muy importante por cómo se ha desarrollado y ha acabado, porque no todo el mundo puede decir que le ha ganado al Sevilla y en su propio estado. Estamos hablando de uno de los mejores equipos del mundo», pero también destacó, ya entrando en el capítulo arbitral y en referencia a la expulsión de Varela, que «la segunda tarjeta podía ser justa, pero ha habido un penalti dudoso muy cerca. Entiendo la presión a la que está sometido el árbitro, pero su labor ha sido justa, pero lo que cuenta es que hemos hecho el partido que debíamos hacer. Sabíamos a lo que veíamos y al final hemos sabido manejar una situación difícil y lograr una victoria trabajada».
Por su parte, Borja Valero, uno de los destacados sobre el césped del Sánchez Pizjuán, demostró que su adaptación a la Primera División va por el camino correcto. «Me encontré a gusto, pero también el equipo, que ha tenido las ideas muy claras en todo momento. Lástima de algunas acciones puntuales, en las que el árbitro no nos ha ayudado, pero nos hemos sabido adaptar enseguida a la expulsión y supimos defender un resultado que nos una una dosis añadida de moral para afrontar las próximas jornadas», explicó el medio formado en las categorías inferiores del Real Madrid, quien se gana minuto a minuto la confianza de Gregorio Manzano.