El dantesco panorama que mostraba el Palau d'Esports de Son Moix tras la tempestad que azotó Ciutat en la tarde de ayer va a tener consecuencias de enorme gravedad para los clubes que son inquilinos de la instalación de titularidad municipal. El techo de la piscina sufre graves desperfectos, e incluso se ha esparcidos por los alrrededores del pabellón, las vidrieras exteriores literalmente se han volatilizado y el parqué de la pista polideportiva apareció inundado. Es más, no se descarta que se tenga que levantar para extraer el agua atascada bajo el mismo. A lo largo de la mañana de hoy, igual que en el resto de instalaciones afectadas, los técnicos del Institut Municipal de l'Esport (IME) evaluarán los daños, aunque por el momento, y hasta nueva orden, se suspende toda actividad programada en Son Moix y Germans Escalas, las más afectadas, aunque no las únicas.
Pero el problema está en manos del IME, aunque de manera más inmediata también en la agenda de los tres clubes profesionales que ocupan Son Moix: Palma Aqua Mágica, Drac e Ícaro Palma. Los jugadores del segundo se encontraban entrenando en el momento de la tempestad, que incluso afectó al preparador físico y asistente del Aqua Mágica, Toni Martorell, cuyo vehículo sufrió leves daños materiales.
El director general y el responsable de la gerencia de la entidad presidida por Guillem Alomar, Joan Alomar y Santi Toledo, se desplazaron de inmediato hasta Son Moix para comprobar en primera persona los daños de la pista, menores que los de la piscina. La primera observación les llevó a dejar claro que el partido que el domingo (19:30 horas) debe enfrentarles al Alicante Costa Blanca allí no se podía jugar. Enseguida se puso en marcha la maquinaria y, por parte del Bàsquet Inca, tanto Willy Villar como Joan Rubert e incluso Pere Rotger, alcalde de Inca, pusieron a disposición del Aqua Mágica el Palau de la capital de es Raiguer, que se perfila como escenario del choque (y del entrenamiento de hoy) de los de Tobalina. La suspensión del encuentro sigue siendo otra opción, aunque se espera conocer el punto de vista del rival, dispuesto a aceptar la solución que el Palma ponga sobre la mesa.
«Queremos jugar, pero tenemos que aclarar las cosas con el Bàsquet Inca y el Alicante», señalaba Joan Alomar, quien a última hora de la noche de ayer no sabía en qué escenario entrenaría esta mañana el plantel, aunque con toda seguridad será en Inca y compartiendo horarios con los anfitriones y el Rosalía. La posibilidad de que Son Moix no esté disponible al 100% hasta dentro de unos meses está presente, con lo que el Palma Arena se plantearía como la más firme opción para cobijar a los equipos afectados. La Federació de Bàsquet de les Illes Balears también ha mostrado su apoyo al Palma ante una crisis de calado industrial y que también salpica al Jovent, exiliado de sa Indioteria a un Germans Escalas también castigado por la meteorología.