Jorge Lorenzo cuenta las horas que le restan para sentenciar el título de campeón del mundo de 250 centímetros cúbicos y firmar así la doble corona. La primera de las cuatro oportunidades que tiene para hacerlo llega este mismo fin de semana, en el Gran Premio de Japón. Sobre el asfalto de Motegi, pista propiedad de Honda (la máquina que pilota su máximo adversario, Andrea Dovizioso), buscará dejarlo todo resuelto.
Tras el tercer puesto de Estoril, el mallorquín del Fortuna Aprilia comparece en el Twin Ring con 51 puntos de ventaja sobre Dovizioso (257 por 206), restando por repartirse cien. El resultado que le vale para salir campeón de Motegi es la victoria, la que haría nueve esta temporada (sería en solitario el mejor piloto español en un año en el cuarto de litro) y 21ª en su carrera (se convertiría en el cuarto piloto español con más triunfos en todos los tiempos y sólo tendría por delante a Pedrosa, Aspar y Àngel Nieto).
Ese resultado, si Dovizioso sólo es capaz de sumar como máximo un punto, o ser 15º, y si encima De Angelis no es capaz de meterse entre los seis mejores, haría a Jorge campeón matemático con las pruebas de Australia, Malasia y Valencia por disputarse.