Sergio Àlvarez|SPA
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se impuso ayer en el Gran Premio de Bélgica, decimocuarta prueba del Mundial de Fórmula Uno, disputado en el circuito de Spa-Francorchamps, mientras que el español Fernando Alonso (McLaren-Mecedes), que fue tercero, le restó otro punto al líder del Mundial, su compañero el británico Lewis Hamilton, cuarto y del que ahora le separan sólo dos.
Raikkonen, que partió desde la pole, logró su tercer triunfo consecutivo en este gran premio, en el que también se impuso en 2004 y 2005 (el año pasado no se disputó). Es, además, el decimotercer triunfo de su carrera en la Fórmula Uno y el cuarto de la presente temporada, con lo que empata con Alonso en número de triunfos parciales.
El finlandés, que completó una carrera perfecta, se impuso por delante de su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, para firmar el tercer doblete de Ferrari en lo que va de temporada, tras los logrados en Francia y Turquía. Tras este gran premio, y a falta de tres para el final (Japón, China y Brasil), Lewis Hamilton, cuarto, sigue liderando el Campeonato del Mundo de pilotos, aunque ahora con dos puntos de ventaja sobre Alonso, trece sobre Raikkonen y veinte respecto a Massa.
Raikkonen se impuso con claridad en una carrera que, entre los que luchan por el campeonato, sólo tuvo interés en la arrancada, en la que Hamilton, al tratar de superar a Alonso por el exterior, acabó fuera del trazado aunque sin problemas para regresar a la pista. Ambos llegaron emparejados en la subida hacia la curva Eau Rouge, en donde el español impuso sus galones.
A partir de ahí la carrera perdió historia en cabeza. Los dos Ferrari, encabezados por Raikkonen, comenzaron a poner tierra de por medio, mientras Alonso se mantenía cómodo en la tercera plaza sin que Hamilton inquietara en momento alguno al bicampeón español. Incluso Hamilton, cada vez más atenazado por la presión, sufrió una salida de pista y se pasó unas cuantas de veces de frenada.
El británico confió su única opción de tratar de pasar a Alonso a la segunda serie de repostajes. Hamilton se detuvo por segunda vez cuatro veces más tarde que Alonso, pero no pudo en momento alguno con el español. Alonso, con más combustible y por lo tanto más peso que su compañero de equipo, rodó más deprisa que inglés antes de que éste se detuviera, lo que disipó cualquier posible intento de sorprenderle.