Tolo Jaume
El CAI Zaragoza no sólo es el mayor presupuesto y el club con mayor apoyo social de la categoría. El CAI Zaragoza es un histórico que persigue el regreso a la ACB cuando se cumple un lustro de su descenso a la LEB. Desde la pretemporada aparecía en todas las quinielas para dar el salto y en las últimas jornadas ya era el rival al que todos querían evitar en las series de ascenso. La historia y plantilla de los aragoneses infunde respeto, pero la mejor receta para soñar con apearle de los play off es afrontar el enfrentamiento sin complejos y el Drac no los tiene.
El equipo de Inca puede presumir de tener la segunda mejor afición de la LEB según la propia Federación y el potencial necesario para poner contra las cuerdas al más pintado. El CAI Zaragoza ha ido de menos a más a pesar de un bache entre marzo y principios de abril (ganó un partido de cinco) que hizo peligrar el ansiado factor cancha que anhelaba para hacer valer el gran ambiente que se vive en el Pabellón Príncipe Felipe, donde más de 10.000 almas pueden llevar en volandas a los suyos.
Curro Segura, que se encargó de dar un golpe de timón al conjunto aragonés tras la destitución de Chus Mateo, dispone de una plantilla con multitud de recursos en todas las zonas de la cancha. La dirección de Lucas Victoriano, la veteranía de Angulo, los centímetros de Staroska, el tiro de Evans y la categoría de Phillip son algunas de las temibles bazas con las que el conjunto del mallorquín Alberto Corbacho puede marcar las diferencias.