Fernando Fernández
Marta Fernández y Alba Torrens, o lo que es lo mismo, dos productos del Segle XXI con denominación de origen del Sant Josep Obrer, se ha encargado de dar acento mallorquín a la Liga Femenina y de revolucionar sus esquemas. Marta representa el presente y una trayectoria que le ha llevado a ser considerada la mejor nacional de la máxima categoría. Internacional indiscutible, la escolta mallorquina sigue siendo la líder de un Barça que no acaba de arrancar. Pero Marta no baja la guardia en aras a un posible salto a la WNBA y sus números son la mejor carta de presentación de la mayor de la saga Fernández. Después de nueve jornadas, ya es MVP, con una valoración media de 23,4, sometiendo a Kaayla Chones (Gran Canaria), a la que también supera como máxima anotadora (177 puntos, 19,6 por jornada). Chones (19,3) y Silvia Morales (16,4) son sus alternativas. Además, Marta es la segunda jugadora que más asistencias brinda y la que más faltas recibe por partido (5,8).
Alba Torrens representa el futuro. Acaba de aterrizar en la Liga Femenina de la mano del Celta Vigourban tras su expereiencia en Segle XXI (Liga Femenina 2) y la alero de Binissalem, triple campeona europea en cadetes y júniors, ya es la mejor rookie. Con 17 años, conforma junto a la menorquina Paula Seguí la apuesta balear de Miguel Méndez, su gran valedor junto a Carlos Colinas. Y no está defraudando. Con una media de 23,5 minutos, 8,7 puntos, 5,1 rebotes, 1,8 asistencias, 1,2 recuperaciones y una valoración media de 7,8, la binissalemera ha explotado definiivamente y no es una desconocida en una de las competiciones más exigentes del planeta. Ella y Gabi Ocete, enrolada en el sorprendente Rivas, pero con menos protagonismo, han recogido el testigo y están dispuestas a dejar ver que el futuro es cosa cuya. En especial, una Alba que ya apunta maneras.