Fernando Fernández |ESTORIL
La aplazada victoria en el Campeonato del Mundo de motociclismo en la cilindrada de 250 centímetros cúbicos de Jorge Lorenzo -pocos dudan de que lo logrará en Cheste- será el colofón a una temporada adornada por éxitos individuales (ocho victorias y diez «poles») que hallaron su primera recompensa en un logro que para Aprilia tiene una significación especial. No en vano la presencia de Dani Pedrosa a los mandos de una Honda trasladó hasta Japón el cetro de marcas durante las campañas 2004 y 2005.
Por ello, Leo Mercanti y Giampiero Sacchi, los dos máximos responsables de la sección de velocidad de la factoría con sede en Noale, optaron por realizar una apuesta contundente. Y se pusieron en contacto con Dani Amatriaín para ofrecerle un proyecto apasionante. Y de paso, recuperar a un niño prodigio al que catapultaron al Mundial a los mandos de una Derbi allá por 2002 y con apenas quince años recién cumplidos.
Los italianos han sido la alternativa al binomio nipón Honda-Yamaha y con su sexto título de constructores reivindican (acumulan 25 en total) el papel protagonista que han tenido en la categoría desde la llegada de Valentino Rossi a sus filas, a finales de los 90. Leo Mercanti es el rostro visible de la marca y uno de los grandes avalistas de Jorge en el nuevo proyecto.