A simple vista podría parecer una jornada más en la inmensidad del campeonato, pero Mallorca y Alavés están ante la cita con más trascendencia de la temporada. El equipo balear, notablemente reforzado tras su empate en San Mamés y su esperanzadora ubicación en la tabla, recibe esta tarde al conjunto vitoriano con la misión de dejar apalabrada la permanencia. Para los de Manzano se trata de una ocasión única para concretar el despegue y rebasar la frontera del miedo, pero enfrente tendrá a un rival con las mismas necesidades e idénticos recursos.
Lo que a simple vista parece un duelo tenso y equilibrado será a su vez la puerta hacia un final de temporada que puede proyectar dos versiones muy distintas en función del resultado que se produzca (Estadi de Son Moix, PPV, 18.00 horas). El Mallorca llega a este punto del torneo en una situación apurada, pero va a disfrutar de la posibilidad de desmarcarse, al menos momentaneamente, de la pugna por la supervivencia.
Tras salir ileso de su batalla ante el Athletic y ganar algunos metros con respecto a sus rivales más peligrosos, los rojillos han revalorizado sus acciones y su visión de la Liga podría colorearse si finalmente se amarran los tres puntos de esta tarde. Un triunfo permitiría abrir una brecha de cuatro puntos más egolaverage ante los albiazules y eso, a falta de cinco jornadas para el cierre, sería como adquirir un colchón de grandes dimensiones capaz de amortiguar lo que vendrá tras el encuentro.