Carlos Montes de Oca
En un puñado de metros, en el extrarradio de Ciutat, se cocinarán
hoy dos de los platos más apetitosos del curso. El Palau d'Esports
y el estadio Municipal convertirán esta tarde Son Moix en la
capital deportiva de la Isla, en un hervidero constante de
bufandas, gorras, camisetas y trompetas. Miles de personas se
volcarán hacia el extremo noroeste de Palma para vibrar con un
cartel de lujo. A las 17.00 horas, el parqué del Palau estará listo
para acoger el derbi de baloncesto más apasionante que se recuerda.
Palma Aqua Mágica y Drac Inca se cruzan en un pulso por el ático de
la Liga LEB. Cuando los protagonistas de esta contienda desfilen
por la ducha, a escasos 200 metros de allí, el césped del estadio
estará preparado para albergar un partido de fútbol de nivel. El
Mallorca de Cúper desafía al Atlético de Bianchi en un cruce que
puede impulsar al grupo balear a la zona tranquila de Primera
División y empujar aVirrey al borde del abismo...Será un domingo
total. Fútbol y baloncesto se mezclan en la misma coctelera.
Los aledaños de La Vileta se vestirán de gala para recibir una tarde de alto voltaje. Desde las cuatro hasta las nueve de la noche, más de 21.000 espectadores (se calcula que 18.000 en el fútbol y 3.800 en el baloncesto) poblarán ambos escenarios. Aunque no hay datos precisos, se estima que al menos un millar de aficionados puedan dejar sus casas a la hora del café y aparecer justo para la cena. Y es que el cambio de horario del derbi -inicialmente iba a coincidir con el partido de fútbol, un error subsanado el pasado viernes por la intervención de Rafael Durán- ha abierto el abanico de posibilidades para que los seguidores acudan a ambos espectáculos, disfruten de casi cuatro horas de diversión y nervios, de alegrías y decepciones...de pasión. Se vivirán escenas curiosas en ambos recintos. Por ejemplo, los seguidores del Drac se convertirán en unos mallorquinistas más en Son Moix por la vinculación del presidente del Mallorca con el club de Inca, del cual es su principal patrocinador. Además, es posible que por el Palau desfilen un puñado de camisetas rojillas animando al conjunto inquense y no a su vecino, el Palma... En cualquier caso, la pasión convertirá la tarde en una jornada inolvidable.
El derbi mallorquín de la Liga LEB ha atraído más focos que
nunca. Jamás un partido entre dos equipos de la Isla había
despertado tanta expectación. Palma e Inca, Aqua Mágica y Drac,
afrontan el envite con los deberes de la primera vuelta hechos y
con sus nombres ya inscritos en la Copa Príncipe de Asturias. El
grupo de Eloy Doce se ha movido por la azotea del campeonato desde
que arrancó el curso, aunque llega a la contienda castigado por sus
últimas caídas a domicilio. Eso sí, está invicto en el Palau ante
una hinchada cada jornada más numerosa. Ha multiplicado por cinco
su número de espectadores, de los 400 que se acercaron por allí el
primer partido hasta los 2.000 que vieron al CAI Zaragoza. Esta
tarde, si se cumplen las previsiones, el pabellón puede colgar el
cartel de no hay billetes, un hecho insólito desde la época del
Patronato hace casi tres lustros, con cerca de ¡4.000 personas! en
las gradas.
El conjunto de Es Raiguer, en cambio, se presenta con una tarjeta
notable -tres victorias consecutivas- y como líder en solitario de
la LEB. Ascendido el pasado verano en los despachos, el Drac se ha
convertido en uno de los principales animadores de la categoría.
Será un duelo entre extremos. Entre la mejor defensa del Palma
(1095 puntos recibidos) y el ataque más decisivo del Inca (1334
puntos anotados). Pero por el parqué desfilarán tipos de renombre.
Battle desafiará a Reynolds bajo el tablero y Brown y Vallmajó
pelearán por hacerse con la brújula.
En las previas del duelo todavía aparecen las cenizas del incendio
provocado durante la semana por el horario de la refriega, que
hasta el pasado viernes iba a coincidir con el Mallorca-Atlético.
Fue necesaria la intervención de Cort para que el baloncesto ganara
su primera batalla y se impusiera el sentido común. Así, los
aficionados que lo deseen, podrán presenciar el encuentro de
baloncesto, recorrer a pie los metros que le separan de Son Moix y
disfrutar del fútbol.