El Campeonato del Mundo de Ciclismo para Bomberos tocó a su fin con un encuentro de lo más singular. Después de dos días de intensa competición, marcados por la exigencia de la pruebas contrarreloj y de ruta, el pelotón se dio un respiro pero ni se bajó de la bicicleta ni dejó de pedalear. Al contrario, volvieron a rodar para ser protagonistas de una marcha cicloturista con salida y llegada en la localidad Alcúdia, escenario de la carrera en línea, y a la que, además de los bomberos, acudieron acompañantes y voluntarios que le dieron más colorido si cabe al pelotón.
La resaca de la cena de clausura que tuvo lugar en la noche del sábado no pasó factura a los ciclistas, que exhibieron buen humor pese al paso de los kilómetros. Cabe recordar que la competición dio inicio en la tarde del viernes, con la crono individual en Calvià, para dar paso a la prueba de ruta en Alcúdia. Oscar Negrete fue el referente del equipo español, con un oro y dos platas en su haber, pero la notable representación mallorquina estuvo a la altura de las circunstancia, y aunque no pudo conseguir una presea, dio la cara en todo momento y se encargó de animar las pruebas, aprovechando el conocimiento del terreno que poseían.
El Mundial ha contado con la colaboración de los consistorios de Alcúdia, Pollença y Calvià, pero por encima de todo con el patrocinio del Consell de Mallorca y la organización de los Bombers de Mallorca, que han aprobado con nota el serio test que supone reunir a colegas suyos llegados de todos los rincones del planeta con la bicicleta como nexo de unión.