A.Orfila / F.Fernández
En los últimos tiempos, dos de las instalaciones más emblemáticas
de Ciutat han generado una larga serie de dudas sobre su futuro.
Sin ningún género de dudas, el Estadi Balear se ha erigido en foco
de debate a nivel deportivo y político. El Ajuntament de Palma ha
lanzado un salvavidas al Atlètic Balears, perfilando un plan de
acción que relanzaría de nuevo una zona de eminente carácter
deportivo y, de paso, supondría una bocanada de aire fresco para
una entidad que no atraviesa por su mejor momento. Días atrás, el
presidente del IME, Rafael Durán, y su homólogo en la Federació de
Futbol de les Illes Balears, Miquel Bestard, mantuvieron un
encuentro con el presidente de la Procampo, Jeroni Petro, y el
otrora directivo Damià Estelrich. A este último se le ofreció la
posibilidad de encabezar una nueva junta. Además, el consistorio
puso sobre la mesa la posibilidad de instalar césped artificial en
el Estadi, e incluso a expropiación por parte de Cort de sus
terrenos. Éstos pasarían a ser zona verde y de equipamientos
deportivos. Sobre la misma se edificaría un nuevo estadio, de
menores dimensiones, del que sería usuario el Atlètic Balears.
El Gran Playa Tenis Club y las piscinas de s'Aigo Dolça, Aneja y Los Almendros forman parte también del Plan, sin dejar de lado la posible edificación de solares municipales calificados como de uso deportivo (Son Xigala II, Son Dament d'Alt y Son Oms). Con todo este paquete de medidas se pretende recuperar una serie de puntos neurálgicos que por diversas circunstancias no han sido aprovechados en su justa medida en los últimos años.