«Es mejor no generar ninguna expectativa y tratar de terminar dignamente la temporada». Héctor Cúper entrega las armas. El entrenador del Mallorca, que demoró su presencia ante los medios durante casi una hora por una charla con su plantilla y «cinco minutos con el presidente», aportó ayer un discurso realista, calificó la salvación como «un milagro», su situación personal como «delicada» y desveló que durante la jornada de hoy se reunirá con Mateo Alemany para «encontrar un chip que aumente el optimismo».
La voz de Cúper delataba su estado de ánimo. Entregado a su suerte, el entrenador del Mallorca no pudo ocultar su decepción: «Estamos mucho peor que hace siete días. Eso es evidente. El nivel anímico es muy negativo y no logramos dar tres pases seguidos. Hoy arrancamos bien en cada periodo, pero apenas nos dura diez minutos y somos incapaces de cambiar la dinámica. Tenemos que empezar a hablar, no hay por qué escondense, de casi un milagro. El momento es muy complicado porque nos cuesta mucho levantar el ánimo y subir expectativas».
Cuando fue preguntado por si se plantea presentar la dimisión, Cúper se mostró alterado: «Por favor, no hablemos de cosas que no se evalúan. Hoy hemos estado hablando de la situación, de las circunstancias del encuentro. Estamos muy tocados porque el equipo no reacciona», dijo el técnico argentino.
A propósito de si el objetivo de aquí a final de temporada es descender con dignidad, el de Chabas apuntó: «En estos momentos, lo que tendremos que hacer ahora es tomar algunas decisiones. Lo hemos probado todo sin éxito; quizás ha llegado el momento de dar el manotazo del ahogado, un cambio brusco, para liberar al equipo de tanta presión y, al menos, terminar la temporada con dignidad», señaló. Cúper, asimismo, cerró la puerta a generar más expectativas: «No puedo abrir la puerta a la esperanza porque estamos muy lejos. Sin angustia, sin esa presión, quizás mejoramos».
Aunque sin rendirse hasta que matemáticamente haya opciones de salvación, el técnico santafesino afirmó: «Los cambios no han dado resultados y hay que hacer algo».
Cúper se adentró en aspectos del duelo. «Cometemos muchos errores, no somos capaces de dar tres pases seguidos y tampoco la suerte nos acompaña en momentos decisivos. Hubo un remate al larguero y el Zaragoza, en su primera llegada, marcó el primero. Es lo que suele ocurrirnos en cada partido, los rivales nos marcan sin crear demasiadas ocasiones y nosotros somos incapaces de ver portería».
El entrenador del Mallorca mostró su imagen más vehemente cuando le preguntaron de nuevo por su futuro: «Si me lo preguntan tanto es porque a muchos le gustaría que me fuera. Repito que he demorado mi presencia porque he estado evaluando el partido. Más allá no podemos ir...»