El único pero en la brillante trayectoria del Drac Inca se ubica en la pintura. El rendimiento en las últimas semanas de Chris Sneed ha generado numerosas dudas, y en el club ya le han hecho saber su preocupación por los pobres números de un interior que debía ser determinante en los planes de Juan Díaz. El pívot de origen estadounidense, con pasaporte alemán, superó la prueba inicial que le realizó el club, y ha firmado notables actuaciones ante contrincantes de calibre, como Alcúdia o Pozuelo, pero en las últimas dos semanas, sus números no han resultado determinantes para el bloque. En Sabadell no estuvo a la altura, y ya por entonces se ponía sobre la mesa su nombre, aunque la situación ha adquirido un talante más trascendental después de que frente al mediocre Caja Rioja no fuera capaz de anotar un sólo punto y únicamente capturara cuatro rebotes, además de perder un balón.
La holgada victoria (57-75) ha camuflado las dudas que han generado las pobres prestaciones de un hombre que tenía que marcar las diferencias. La adaptación al baloncesto español y el potencial de un bloque con pocas fisuras han camuflado las carencias de un Sneed (8'3 puntos y 8 rebotes por partido) que parece no haber acabado de conectar con el grupo, que pese a su presencia testimonial durante algunas jornadas, ha sabido mantener el tipo hasta llevar al Drac Inca a la zona noble de la clasificación.
Su condición de comunitario permitía al Drac Inca firmar a un nuevo americano, pero esa opción se ha mantenido en la recámara a expensas de conocer el rendimiento del equipo. Sneed está en el punto de mira, y el club puede tomar medidas si sus números no mejoran. Medidas que podrían llevar a cortar al pívot si no responde en las próximas jornadas.
Por otra parte, el Alcúdia mantiene su confianza en Fede Pozuelo como máximo responsable técnico, pese a los rumores que apuntaban a un relevo en el banquillo. Además, el vicepresidente de la entidad, Guillem Alomar, va a adquirir un mayor protagonismo en la parcela deportiva, y en breve mantendrá un encuentro con Pozuelo y sus jugadores para analizar la irregular singladura del cuadro mallorquín, que frente al Celso Míguez no pudo sumar un triunfo que les hubiera mantenido en las posiciones de cabeza. Ahora, el Gandía examinará a un Alcúdia que busca una dinámica de constancia que sirva para cumplir las expectativas.