Miguel Luengo|PARÍS
Carlos Moyà encabezó una jornada positiva en la que el tenis
español consiguió 12 victorias y 4 derrotas, y en la que Juan
Carlos Ferrero, el defensor del título, se arriesgó y saltará
mañana a exponer su corona, aunque todavía siente dolor. Para Moyà
vencer al holandés John van Lottum, por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-2,
significó mucho. Era una cuestión de credibilidad para el
mallorquín, cuyo juego ha brillado en los Masters Series de tierra
batida, con triunfo en Roma, semifinales en Montecarlo y cuartos en
Hamburgo, y que desde que logró vencer en París en 1998 siempre ha
confiado en repetir. Tommy Robredo también confirmó su buen
momento. El campeón del Godó desarboló a Beto Martín por 6-3, 6-3 y
6-2. El año pasado alcanzó los cuartos de final y en esta edición
quiere subir un peldaño mas. Ahora se las verá contra Guillermo
García López, que derrotó al australiano Todd Reid, el mejor amigo
de Lleyton Hewitt, por 4-6, 6-1, 6-2 y 6-2.
Los progresos del madrileño Fernando Verdasco se hicieron patentes ante Greg Rusedski. El duelo entre los dos zurdos se decantó inmediatamente ante la mayor seguridad del discípulo de Clavet y Truyol, que se impuso por un contundente 7-6, 6-0 y 6-0. El segundo duelo fratricida de la jornada lo resolvió el asturiano Galo Blanco al vencer a Albert Portas, por 7-5, 7-5, 3-6, y 6-4. Blanco se medirá ahora con el peruano Luis Horna, verdugo de Mark Philippoussis. Alex Corretja se vio relegado a una pista pequeña, ruidosa y molesta, pero ganó su encuentro contra Jan Michael Gambill, por 6-1, 4-6, 6-3 y 6-2. Las dos eliminaciones sorpresas de esta jornada fueron las de Andre Agassi y Fernando González. Ambos ante jugadores procedentes de la fase previa. El de Las Vegas cayó prematuramente ante el francés Jerome Haehnel, que figura en el puesto 271 del mundo, por 6-4, 7-6 (4) y 6-3.
El tenista valenciano Juan Carlos Ferrero aseguró ayer que debutará en la jornada de hoy en Roland Garros pese a los problemas físicos que tiene y que le impedirán estar al cien por cien de su rendimiento. «No estoy al cien por cien pero voy a jugar. Tengo todavía dolor, pero voy a intentarlo», aseguró el español tras la sesión de entrenamiento que tuvo en las pistas de París. El jugador había declarado el domingo que había un sesenta por ciento de posibilidades de que no defendiera su título de Roland Garros, pero prefirió esperar hasta la tarde de ayer para tomar una decisión definitiva sobre su concurso final en el torneo parisino.