El Real Mallorca se ha asegurado la continuidad de unos sus futbolistas más prometedores. Miquel Àngel Moyà Rumbo, guardameta del filial y un habitual en las categorías inferiores de la selección española, ha renovado su contrato con la entidad mallorquinista para las próximas cuatro temporadas y el club garantiza así una seguridad bajo los palos que comenzará a ser apreciable en el primer equipo a partir de la próxima campaña.
El portero de Binissalem prolongó ayer su vinculación con la entidad balear hasta el año 2008 después de que las conversaciones que venían manteniendo su representante y el club culminasen de manera satisfactoria para ambas partes. Moyà, que hasta ahora ha permanecido al frente del segundo equipo, verá recompensado además su trabajo como bermellón a partir del próximo verano, ya que el club confía plenamente en sus condiciones y su intención es ascenderlo al primera plantilla a partir del próximo ejercicio. El cancerbero ha visto incrementadas las cantidades económicas que figuran en su contrato, pero su claúsula de rescisión no sufrirá cambios y seguirá fijada en 12 millones de euros -unos 2000 millones de pesetas-.
El guardameta se mostraba ayer muy contento tras rubricar el acuerdo y reconocía que «para cualquier jugador de esta tierra, renovar siempre supone una alegría importante». Moyà sigue siendo uno de los grandes valores al alza que el Mallorca tiene en su poder y representa como nadie a la cantera de Son Bibiloni. Su trayectoria está salpicada de internacionalidades y su último reconocimiento fue la convocatoria para participar en el último Campeonato del Mundo sub'20, donde finalmente no llegó a vestirse de corto pese a haber actuado como titular en los enfrentamientos previos al torneo.