El Mallorca vive su mejor racha de la temporada y busca la confirmación. Las cuatro victorias consecutivas le han permitido cargar el depósito de la confianza y variar el punto de mira. Hace apenas una semanas, sólo se hablaba de salir del pozo. Ahora, con el primer peldaño superado, la caseta mira hacia el norte de la clasificación. Esta tarde visita Palma un Valladolid en estado de gracia, con siete jornadas de imbatibilidad y dispuesto a cortar la marca indígena. (17.00 horas, Son Moix).
El grupo de Luis se ha acostumbrado a ganar y quiere mantener la inercia. Hoy busca su quinto triunfo consecutivo en la Liga, un pleno al 15 que ya firmó el entrenador madrileño en el epílogo de su anterior etapa y que le acercaría al registro establecido la pasada temporada por Gregorio Manzano con siete victorias seguidas. A pesar de las enormes diferencias en la curva de rendimiento de una Liga a otra, el equipo balear igualaría hoy la marca (23 puntos) de la pasada campaña a estas alturas si logra el triunfo.
Luis se ha trazado como objetivo sumar ahora todos los puntos posibles ante la tempestad que se avecina en el horizonte. El técnico es consciente de la travesía del desierto que le espera al Mallorca a comienzos del próximo año. Sin el concurso de Etoo y posiblemente de Nené, el grupo isleño arrancará varias hojas del calendario y se jugará su futuro en la Copa sin dos de sus piezas fundamentales. La victoria se antoja imprescindible para seguir navegando en aguas calmadas, con Málaga y Real Madrid a la vuelta de la esquina para finiquitar el año.