| SON AMAR | 3 |
| CV VIGO | 0 |
SON AMAR: Elgueta, Moltó, Pochop, Vega, Colom y Falasca. Líbero: Alexis González.
CV VIGO: Gómez, Pesci, Juan Rodríguez, Earl, Iglesias y Edu Sánchez. Líbero: Eduardo Rodríguez. También jugó Guilherme López.
Àrbitros: Castro y Vega.
Parciales: 25-13 (16 minutos), 25-15 (19 minutos) y 25-14 (17 minutos).
Àngel Aguiló
El Son Amar Palma liquidó al Vigo sin piedad en menos de una hora. El conjunto de Vladimir Bogoevski mostró una cara muy diferente a la de las últimas jornadas.
Tres cosas cambiaron respecto a encuentros anteriores. En primer lugar, el equipo mostró un nivel regular, sin oscilaciones. Segundo, se pudieron ver más variantes en el juego ofensivo. Falasca tuvo un abanico de distribución más amplio, con lo cual la dependencia de Jorge Elgueta ayer no existió. Y tercero, sin Lilico y con Colom, el conjunto estuvo más compensado. El veterano jugador mallorquín demostró que puede ofrecer mucho a este equipo.
Con este panorama, la lógica se impuso y el Son Amar arrasó. El conjunto mallorquín no dio opción alguna a un Vigo venido a menos en los últimos años. El cuadro gallego se mostró totalmente inoperante. Los hombres que dirige el argentino Flavio Calafell dejaron claro que su único objetivo en esta Superliga es eludir la quema del descenso. Ni saque, ni recepción, ni bloqueo, ni remate, ni nada. Bueno, casi nada. Y es que, eso sí, lucharon y le pusieron coraje. Pero la calidad y los puntos fueron cosa del Son Amar.
Díaz, atónito
Luis Díaz, jugador venezolano del Son Amar que se encuentra en Japón para participar en la Copa del Mundo con su selección, está atónito ante las noticias que le llegan desde Mallorca. El receptor ha recibido con sorpresa el cambio de entrenador y la marcha de Lilico. «No puedo creerlo. Hace sólo una semana que he salido de España y nunca imaginé que todo esto pudiera suceder». El venezolano apuntó irónicamente que «si tardo mucho tiempo en regresar a Mallorca, quizás ya no conoceré a nadie». Díaz admitió tener absoluto desconocimiento sobre el nuevo técnico, Vladimir Bogoevski, asegurando que «nunca he oído su nombre».