David Quiñonero lleva mucho tiempo tratando de meterse en el grupo de los mejores boxeadores del mundo y hoy va a tener una oportunidad histórica. El púgil mallorquín protagoniza el combate estelar de la velada internacional que se disputa a partir de las 21.00 horas en el Pueblo Español. Se mide con el ruso Mikail Valonev con el título transcontinental en juego, una pelea que puede situarle entre los diez mejores boxeadores del mundo.
David Quiñonero afronta todas las peleas al máximo, pero tal vez la de hoy se ha preparado con mayor intensidad. El boxeador isleño se ha pasado tres semanas entrenando en Madrid y ha visto pelear a su oponente con Lacatus a través del vídeo.
Mikail Valonev es un boxeador de la escuela rusa, dos escalones por encima de los rivales con los que se ha enfrentado Quiñonero. El mallorquín llega en su mejor momento y afronta el combate con la intención de ganar una pelea que puede ser histórica.
Si David Quiñonero consigue ganar a Mikail Valonev y se sitúa en el selecto grupo de los diez mejores boxeadores del mundo, el mallorquín podría optar en el plazo de un año al Campeonato de Europa o al Campeonato del Mundo. En la actualidad Basili Gurov es el actual campeón de Europa, por el momento palabras mayores, aunque David Quiñonero no renuncia a nada.
El Campeonato de Europa es un gran objetivo, pero no es el más inmediato. Quiñonero quiere centrarse en el combate de hoy, aunque ayer ya conoció a su oponente. Los organizadores de la velada programaron el tradicional pesaje que se realizó en un hotel de s'Arenal.
Como suele ser habitual en él, David Quiñonero apenas quiso saber nada de su oponente. No cruzó palabra con él y no quiso mirarle. Las pocas veces que lo hizo le lanzó una mirada desafiante, en lo que forma parte de su tarea de intimidación.
Pero donde Quiñonero quiere intimidar a su adversario es en el ring. Se prevé un combate largo y el ruso dio buenas sensaciones en el pesaje. Es unos centímetros más bajo que el mallorquín aunque es un púgil fuerte.
La velada del Pueblo Español plantea un cartel de auténtico lujo, con participación de algunos de los mejores boxeadores nacionales y con la presencia de rivales extranjeros.