Hace mucho tiempo que Francia no entiende de monarquías, pero Carlos Moyà quiere coronarse en París. El mallorquín tiene memorizada en el disco duro su victoria en 1998 y quiere volver a sentir las mismas sensaciones. Para levantar la Copa de los Mosqueteros en la pista Phillippe-Chatrier quedan escollos. El más inmediato se llama Mark Phillippoussis, en el tercer turno de hoy, y las estadísticas no son favorables. Carlos Moyà se siente muy a gusto en París. Ha firmado excelentes resultado en tierras francesas y conoce bien la capital, aunque prefiere retrasar los paseos hasta el 9 de junio. Está muy mentalizado y casi ha recuperado el nivel que le permitió ganar en Barcelona. Siempre ha dicho que las primeras rondas son las más complicadas y por eso asegura la máxima concentración. Las estadísticas Moyà-Phillippouissis sonríen al australiano. «He jugado cinco veces contra él -relata- y sólo he conseguido ganarle una. Le gané aquí el año pasado en el primer partido que jugábamos en tierra batida en tres sets muy duros y espero poder repetir triunfo».
El jugador balear es, desde antes que se realizara el sorteo, uno de los máximos favoritos para ganar la edición de 2003 de Roland Garros, según los propios jugadores. A Carlos Moyà no le pesa esa responsabilidad. «El cartel de favorito no me presiona, me motiva. Sirve para que aumente mi confianza, mi autoestima, aunque yo pienso que hay otros jugadores capaces. Durante las dos últimas semanas perdí la confianza que tenía tras ganar en Barcelona y tal vez por eso no me veo como el favorito. El lunes pude jugar el tercer y cuarto set a mayor ritmo y me hace pensar que puedo recuperar mi mejor nivel», dijo.A Fillippo Volandri se le compara con Rafael Nadal por la evolución de su juego. Tras afirmar que la lesión de Nadal «ha sido una putada», Moyà comentó que «tienen dos estilos diferentes. Desde el momento que hay un jugador zurdo (Nadal) es difícil comparar. De todos modos yo ya sabía que Volandri era un rival también muy duro porque lo vi jugar en Montecarlo y Roma y era uno de los jugadores de la previa que más miedo me daban. De todos modos en un partido a cinco sets no ganar ningún punto gratis con el saque pasa factura». Carlos Moyà ha encontrado la pelota más pesada que en anteriores años y confía en que siga luciendo el sol mientras se juegue el torneo. «Vengo de Alemania donde era muy difícil mover la pelota, pero aquí he notado la bola más pesada que otros años. El día que llueva o esté nublado será más complicado para mí. De todos modos confío en coger confianza. Estoy seguro que estos temas acabarán pasando a un segundo plano».