Los clubes más fuertes de Primera división decidieron no asistir el jueves a la Asamblea General Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), convocada a petición de un grupo de clubes entre los que se encuentra el Mallorca, y crear un grupo de interés económico de Primera división. Según confirmó el presidente de la patronal, Pedro Tomás, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y vicepresidente de la Liga en representación de Primera, le comunicó durante la mañana de ayer la intención de este colectivo de doce clubes, integrado por su propio equipo, Barcelona, Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Betis, Deportivo, Espanyol, Málaga, Real Sociedad, Sevilla, Valencia y Villarreal.
Los clubes se reunieron a primera hora de esta mañana en el hotel Hesperia de la capital para acordar su postura ante la asamblea del jueves, en la que los clubes determinarán si no inician la próxima competición de Liga ante las diferencias económicas en la negociación del nuevo contrato de televisión.
La decisión de no acudir a la asamblea del jueves, que fue convocada a petición de Recreativo, Mallorca, Osasuna, Alavés, Celta, Badajoz, Terrassa, Levante, Ferrol, Albacete, Eibar, Numancia, Xerez, Córdoba, Compostela, Ejido, Getafe y Almería, responde a la oposición del llamado «G-12» por la forma en que ésta fue convocada. Los integrantes del «G-12» expresaron también la voluntad al término de su encuentro de crear una unidad de intereses económicos, que aglutine a todos los equipos de primera división, para que cada colectivo de la Liga defienda sus intereses.
El nuevo contrato de televisión, dado que el vigente expira el próximo 30 de junio, se ha convertido en el detonante para dividir a los clubes de la Liga en dos grupos, ya que hay otro colectivo de treinta equipos que acordó negociar de forma conjunta, y a través de la Liga de Fútbol Profesional, la negociación y venta de sus derechos audiovisuales.
De los doce clubes reunidos esta mañana sólo tres tienen vendidos ya sus derechos de televisión para las próximas campañas -Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid-. El resto tiene ofertas, pero no ha concretado todavía un nuevo compromiso.
La iniciativa de este bloque de equipos, que ellos definen como un «posicionamiento» y no como una «medida de presión», ha generado preocupación en el seno de la Liga de Fútbol Profesional, ya que aunque la patronal entiende que son lógicas las diferencias en los intereses de unos y otros clubes lo positivo es buscar soluciones de solidaridad.