El crédito europeo del Mallorca sufrirá un exhaustivo chequeo en el Camp Nou, un escenario tan sugerente como el propio cartel del partido. Despedido a garrotazos del idílico viaje que había emprendido en el torneo, el grupo de Manzano intentará agarrar un nuevo triunfo a costa de un Barcelona que lleva tiempo alejado de cualquier logro importante pero que ha decidido pelear por la UEFA.
El duelo amanece tapado por algunas preguntas interesantes, encabezadas todas ellas por nombres concretos (Miquel Àngel Nadal, Patrick Anderson, Michael Reiziger o Philippe Christanval), y también por la desgracia. Un grave percance familiar -el fallecimiento de su madre- impedirá Leo Franco jugar esta noche en la ciudad Condal.
Si todo apunta a que los movimentos de Radomir Antic se limitarán a un intercambio de piezas para cubrir las vacantes dejadas por los sancionados Carles Puyol y Frank de Boer, para Gregorio Manzano las cosas no serán tan sencillas. La figura de Walter Pandiani tiene mucho peso en el equipo balear, tanto que su ausencia -el delantero uruguayo se quedó finalmente fuera de la convoctoria- condicionará algo tan esencial como el propio dibujo del equipo; incluso su estilo.