Federico Lussenhoff empieza a vislumbrar la luz al final del túnel. Una rotura limpia de la tibia de la pierna izquiera le tiene sin jugar desde el pasado 12 de agosto cuando en el estadio Ruiz de Lopera y ante el Betis, el futbolista argentino se rompió en una jugada fortuita. Casi dos meses y medio después de que esto sucediera, el defensa ha entrado en la recta final de la recuperación y ayer se le vio ya realizar carrera continua en Son Bibiloni.
Lussenhoff está con ganas, bien de ánimo y más después de comprobar como no ha sufrido ningún tipo de recaída durante todo este tiempo. «Estoy en la última etapa de la recuperación y, a mi entender, es la fase más bonita dentro de lo malo que significa el caer lesionado. Al principio fue muy duro y luego uno se va adaptando y más cuando se retira el yeso y puedes andar y después empezar a trotar. Entrar en esta etapa me alegra mucho», manifestó ayer el futbolista argentino del Real Mallorca.
Lo peor ha quedado atrás, sobre todo "recuerda Federico" los primeros días después de la lesión. «Nada más regresar de Sevilla le di muchas vueltas a la jugada, pensaba que no debería haber arriesgado tanto, me preguntaba por qué me ha pasado esto a mi, pero luego piensas que hay que mirar al frente y que, dentro de lo malo, al menos sucedió a principio de temporada y hay margen de tiempo para recuperarte y volver al equipo», manifestó Lussenhoff.
Pese a que el futbolista ya está empezando a correr otra vez, todavía no se puede confirmar cuándo podrá volver a los terrenos de juego ya que los doctores son prudentes y el jugador prefiere no apresurarse ni tampoco obsesionarse con el regreso. También el cuerpo técnico está pendiente del otro futbolista lesionado, Vicente Fernández, que en cuestión de una o dos semanas es previsible que pueda entrenar con normalidad junto al resto de sus compañeros.