El equipo español no dejó opción a la duda y liquidó su eliminatoria aprovechando la primera ocasión que se le presentaba. Arantxa asumió su papel de número uno y ahorró el sufrimiento de sus compañeras, capitán y aficionados. Después, con la tranquilidad de jugar sin presión, Marta Marrero y la pareja Serna-Ruano se encargaron de poner la guinda y de dejar para la estadística un resultador demoledor frente a las alemanas: 5-0.
Arantxa Sánchez-Vicario fue la encargada de materializar a pase a semifinales, donde el equipo que capitanea Miguel Margets se las tendrá que ver ante Austria en el próximo mes de octubre. La principal referencia del grupo español se medía a Martina Müller, una rival minimizada por Marrero el día anterior que arrancó dispuesta a dar algo de emoción al enfrentamiento. Arantxa volvió a toparse con un primer set en el que la alemana rayó a un elevado nivel y la casta en el juego de la catalana se hizo necesaria a partir del segundo parcial, donde no defraudó imponiendo siempre sus mejores golpes.
En la manga definitiva, Arantxa volvió a aferrarse a su dilatada experiencia y quebró el servicio de Müller en el sexto juego. El público -que en ningún momento llegó a llenar las gradas habilitadas junto a la pista- también aportó lo suyo y empujó a la menor de los Sánchez-Vicario cuando ésta más lo precisaba. Desde ahí todo fue mucho más fácil para hacer subir al marcador el punto decisivo y trasladar al equipo al tramo más caliente de la Copa Federación (3-6/6-2/6-3).
La sentencia de la eliminatoria restó trascendencia al encuentro de Marta Marrero, que ha exhibido en Cala Rajada una confianza tremenda sobre la que ha cimentado sus dos triunfos. Ha logrado adaptarse muy bien al equipo en su debut y se presenta como una pieza clave para futuros compromisos. Ayer volvió a deleitar al público mallorquín con la intensidad de su tenis y doblegando a Anca Barna en tres sets de juego (7-6/2-6/6-2).
Y como colofón, el encuentro de dobles en el que Vivi Ruano y Magüi Serna terminaron de ejecutar al equipo de Markus Schur. El binomio formado por la canaria y la madrileña resolvió el último partido con un doble 6-3 que terminó de satisfacer las exigencias del público y selló de forma brillante el apretado fin de semana tenístico. Ahora el futuro del equipo en la competición pasa por derrotar al conjunto austríaco en semifinales. El combinado centroeuropeo solucionó su cita con Croacia y la solvencia de sus dos jugadores de individuales, Barbara Schwartz y Barbara Schett, se presenta como la principal amenaza en el camino hacia el título. Las semifinales se disputarán a modo de final a cuatro de donde saldrán las nuevas reinas del tenis.