El Real Mallorca continúa sobreviviendo en el grupo de los mediocres en la Liga española. Pese a que el sábado el once de Kresic firmó una actuación deplorable perdiendo los puntos, el crédito y la personalidad; ayer tarde el panorama, si bien no mejoró, al menos quedó el consuelo de ser el menos malo del carro de los candidatos al descenso. No obstante, el ligero colchón de puntos que podía llegar a acumular el Real Mallorca no ha aumentado y las distancias con Rayo, Osasuna y Zaragoza siguen siendo mínimas.
Si antes era necesario el saber convivir con la presión, ahora se hace imprescindible el manejarse en un clima de tensión tan brutal que, el equipo que no sea capaz de adecuarse a este ambiente, terminará con sus huesos en Segunda División.
Tanto por encima como por debajo, el Mallorca está rodeado de equipos que están igual que él o peor aunque un vistazo al calendario no invita precisamente al optimismo.
El once rojillo sufre una endeblez mental tan grave que es incapaz de sobreponerse a cualquier contingencia del juego y más si se enfrenta a equipos que, como el Deportivo, se juegan la vida en estos últimos cinco partidos de Liga. El sábado viene el Valencia, que se juega el poder ser campeón, después visitará La Rosaleda, vendrá el Betis, que luchará por entrar en la Champions y se rendirá visita al Santiago Bernabéu, con todo lo que ello conlleva. El cierre será en Son Moix, ante el Valladolid, que posiblemente esté en zona de nadie, como ahora. Quiere esto decir que de estos últimos cinco partidos, tres de ellos serán ante equipos que no permiten ningún tipo de ligereza y que están en la parte alta de la tabla. A partir de ahí, es el equipo quien tiene que intentar abstraerse de todo lo que se dice en el entorno y centrarse más que nunca en el trabajo de campo.
Sergio Kresic puede entrenar más o menos tranquilo ya que el Grupo Zeta no parece decidido a cesarle de sus servicios ya que, además de no haber ningún candidato a sustituirle, tampoco se cree que sea él el principal culpable de que se esté tan abajo en la clasificación.