El Real Mallorca se juega mañana parte de su futuro ante el Sevilla, la afición es consciente de ello, muy consciente, el equipo, o la mayoría de jugadores, parece que también y Kresic comparte a su vez la trascendencia del choque aunque no transmita "bien por no saber o por no querer aumentar la tensión" que el partido es simplemente a vida o muerte. Ganar es una obligación, una exigencia, una necesidad tal que, de no sumar los tres puntos, la situación pasará de ser dramática a casi irreversible. «Hay que ganar o ganar», dijo ayer Kresic para motivar (¿?) o dar a entender la importancia de lo que está en juego.
Su discurso sigue repleto de obviedades, de frases hechas, de tópicos normales que sirven en la mayoría de situaciones, a excepción de cuando uno se juega la vida. El entrenador insistió en que se ha hablado mucho esta semana y habló de la necesidad de aumentar la contundencia como arma clave para ganar al Sevilla. «El carácter y la personalidad son muy importantes, por encima de saber más o menos», explicó Sergio.
Públicamente su versión no pasa de ser discreta aunque de puertas para adentro el club confía en que haya sido capaz de infringir al vestuario un mayor ímpetu y mucha más complicidad con la situación actual. Ayer el entrenador croata limitó su comparecencia ante los medios a meterse con un sector de la prensa al que tachó de «sinvergüenza» por «inventarse noticias», mientras que otro redactor fue acusado de «despistado» por el propio entrenador. No será la primera ni la última vez que un técnico inicia una batalla abierta contra los medios. El último caso lo protagonizó Bernd Kraus que al final fue despedido por los malos resultados y por no acoplarse ni al entorno ni a casi nada de lo que le rodeaba.
A todo esto alguien pensó durante el encuentro con el entrenador que también sería bueno hablar del Sevilla. «Es un equipo agresivo», subrayó Sergio. Seguramente Joaquín Caparrós ha logrado meter en el vestuario la agresividad necesaria para, al menos, no ocupar zona de descenso, como ocurre por Son Moix. Sin embargo, y después de veintisiete jornadas de Liga, el equipo está, según su entrenador «concienciado» y, para nada, «nervioso», además ahora ya se está también «convencido del comportamiento» que según el técnico tiene que darse para sumar los tres puntos.
La realidad indica que lo manifestado por Kresic no difiere mucho de lo que dijo poco antes de jugar contra el Celta, Zaragoza o Villarreal, aunque su intención de alentar a las tropas no dio buenos resultados. La situación ahora no es la misma, es peor, y más allá de lo que diga uno u otro lo importante es ir a por todas contra el Sevilla. Kresic, sabedor de que no se le puede pedir mucho más a una afición que ha sufrido decepción tras decepción, se limitó a declarar que «a la afición no se le puede pedir nada, somos nosotros quienes tenemos que animarla pero sería bueno recibir el apoyo de todos ya que así nos haremos más fuertes», recalcó Sergio.