La Liga de Campeones retorna con fuerza y lo hace justo en el momento en que el equipo levanta más dudas sobre su capacidad de rendir en el campeonato nacional. Sin embargo, más que poner en tela de juicio el rendimiento de los futbolistas, el centro de las críticas se centra prioritariamente en la labor de Bernd Krauss.
Varios factores apuntan a un divorcio real entre la plantilla y el técnico. Un divorcio que no se refleja en críticas abiertas de los futbolistas contra el entrenador, al menos públicamente, pero de puertas hacia adentro se hace cada vez más complicado silenciar unos hechos que ni los propios jugadores se explican.
Durante estos últimos años el orden establecido por Cúper había sido el sustento principal que también utilizaron el resto de técnicos que le sucedieron. Sin embargo ahora da la impresión de que se ha perdido el control. El técnico cambia el once en cuestión de horas, improvisa posiciones en según qué jugadores y al final son los propios futbolistas los que intentan redactar el guión que más les conviene para resolver el desaguisado.
Con esta situación el equipo afrontará mañana un nuevo partido de la Liga de Campeones. Ante el Schalke 04 se llegará al ecuador de la primera liguilla. Los mallorquinistas han ganado más que perdido en esta Champions League y la pregunta es saber si en Europa el técnico podrá cambiar la fisonomía del grupo o mantendrá la línea de improvisación que viene marcando este inicio de Liga. Los jugadores quieren mantener su imbatibilidad en Son Moix, por lo que a Europa hace referencia y prepararán desde hoy el partido, a priori, más asequible para sumar los tres puntos.