El de Samuel Eto'o se está convirtiendo en el culebrón estival de nuestra isla. El fichaje del delantero camerunés está dando más quebraderos de cabeza de los esperados a un Mateu Alemany que apeló a la paciencia, aunque las urgencias del calendario han llevado a la determinación de fijar un límite. Tras lograr un acuerdo con el Real Madrid para el traspaso del jugador, fue cuando surgieron los obstáculos a una operación redonda para el Mallorca. Una empresa suiza tenía potestad plena sobre los derechos de Samuel desde el momento en que finalizara su contrato con el club merengue.
Así se frenaban en seco las perspectivas generadas desde los despachos de Son Moix, donde se empezaba a redactar un contrato que ligaría a Eto'o con la entidad balear por un período de tiempo que oscilaría entre las cinco y las seis temporadas. Alemany lo tiene claro. Para disponer del jugador por tan sólo dos años, la inversión de 1.200 millones rompe con la filosofía del club. La misteriosa empresa, que ya ha adelantado al jugador unos 200 millones de pesetas, no rebaja sus pretensiones "que superan los 1.000 millones", complicando más si cabe el aterrizaje de la que había de ser la incorporación más costosa del Mallorca en 85 años de historia.
Desde tierras helvéticas no se mueve ficha, y el Mallorca insta al jugador a hallar una solución al contencioso por su propio bien, pues ha hipotecado su futuro. A Jorge Valdano no le asaltan las dudas. Eto'o no cuenta para el Real Madrid, y la única salida es su venta. Pese al obstáculo suizo, hay interés de varios equipos por Samuel, ateniéndose a las consecuencias. Eto'o sigue siendo prioridad para el Mallorca. Por su parte, el punta sigue de vacaciones y se le espera, si no hay novedades, el día 23 en Madrid para ponerse a las órdenes de un Vicente del Bosque, que le señalará el camino de la grada.