FELIPE RECUERO - ITALIA
El italiano Mario Cipollini, del equipo Saeco, logró la victoria en
Rovigo y deshizo el empate a 31 triunfos con su compatriota el ex
corredor Learco Guerra, ciclista que también ganó un final de etapa
en esa localidad en 1935. Cipollini logra así su segunda victoria
en la presente edición del Giro, la 32 en sus once participaciones
y se sitúa a tan sólo nueve del récord que tiene el también
italiano Alfredo Binda. Los 142 kilómetros de viaje entre Rieti y
Rovigo los más llanos de la presente edición, resultaron tediosos,
pues los intentos de escapada brillaron por su ausencia y todo
quedó reducido a los últimos cinco kilómetros que se disputaron en
un circuito de la localidad del Veneto.
La jornada comenzó con la visita de los «vampiros» de la UCI que sometieron a controles sanguineos a todos los ciclistas que participan en el Giro, resultados que aún no se conocen oficialmente, aunque fuentes de los tres equipos españoles (ibanesto.com, ONCE y Kelme) han confirmado que ninguno de sus corredores ha sido declarado no apto, pero ya carretera se fueron consumiendo los kilómetros a ritmo cansino y con un calor asfixiante hasta los últimos 20 kilómetros, cuando los conjuntos con velocistas en sus filas comenzaban a avivar el ritmo.
El más osado en ese tramo final fue el italiano Leonardo Scarselli que, casi sin quererlo, cogía unos metros al grupo, más que nada cuando los Mario Cipollini, Iván Quaranta, Endrio Leoni, Danilio Hondo y el holandés Jeroen Blijlevens, entre otros, comenzaban a vigilarse. La fortuna se alió con Cipollini, pues cuando los corredores del Alexia de Iván Quarante, tras unos cuantos codazos y empujones con sus rivales, ganaban las mejores posiciones se producía una caída, sin mayores consecuencias, que dejaba las puertas abiertas de par en par a Cipollini.
Al suelo se iban los italiano Endrio Leoni y Massimo Strazzer, entre otros, al salir de la curva que enfilaba la línea de meta y dejando cortados a varios corredores entre ellos a Quaranta. Cipollini ganaba con facilidad al alemán Danilo Hondo, vencedor de dos etapas y que en esta ocasión nada pudo hacer para sorprender a un Cipollini pletórico de fuerza y astucia.