Externamente Drac Inca ha hecho lo que debía. Olvidarse del gatillazo y refugiarse en la posibilidad de enmienda que siempre concede un playoff. Excitado por el éxito del vecino Menorca en la cancha del Baloncesto León "la opción de una semifinal balear sigue latente", el grupo balear ha decidido pasar página y renovar su discurso. Quizás el extremo convencimiento que anidaba en el equipo en las horas previas a la primera cita de la serie ante Granada ha tenido un efecto recíproco en la resaca perdedora, pero tampoco nadie ha decidido izar la bandera blanca. Y esta noche (21.00 horas) la guerra continúa.
El plantel ha asumido sin excesivo disimulo que no ha estado a la altura de las circunstancias y también que el gazapo no ha sido producto de argumentos estrictamente baloncestísticos. Granada infunde cierto respeto, es un equipo en dinámica ganadora, pero continúa sin intimidar a nadie. No obstante, el margen de error se ha estrechado y sólo hay una solución: ganar el segundo partido. «Ahora lo único que podemos hacer es analizar los errores que hemos cometido y tener muy claro que todavía no hemos perdido nada. Podemos enderezar el rumbo y eso es lo único que debemos plantearnos. Ahora mismo sobran las lamentaciones», subrayó Edu Sánchez. El base formado en Murcia habló a título individual, pero su exposición es global.
Llegados al instante más crucial del curso y saboreado el primer desencanto industrial, Drac Inca reclama una catarsis sin tiempo para recrearse en exceso, aunque también le asalta una duda importante. Willy Villar y Anthony Stacey "aunque a éste último apenas se le suministraron balones", exhibieron su rostro más frágil. Mal asunto en tiempo de playoff, donde el carácter ganador lo es casi todo y el agne no tiene cabida. ¿Un mal partido o la presión pudo con ellos? Esta noche debe haber respuestas. Granada está en una nube. Ha cobrado ventaja y sabe que Drac Inca ya no puede fallar. Eso sí, también tiene claro que sus hombres clave pueden acusar el esfuerzo (Serrano,Liñán y Romero jugaron más de treinta minutos) y que los mallorquines sólo están heridos.