La importancia de las elecciones a la Presidencia realista, cuyos resultados han acaparado la atención de la entidad durante los últimos días, ha dejado en un segundo plano el importante partido que los donostiarras juegan el domingo contra el Mallorca, para el que Toshack cuenta con los jugadores justos ante la gran cantidad de bajas que acumula el equipo. El entrenador británico dio a conocer ayer la lista de convocados para este partido, en la que la principal novedad es la aparición del belga Frederick Peiremans por primera vez esta temporada después de nueve meses de baja, aunque la falta de ritmo competitivo hará muy difícil que juegue algún minuto en Son Moix.
El equipo titular está bastante perfilado y parece probable que la Real opondrá al conjunto isleño un once defensivo en el que la principal duda está en la delantera, donde Edgaras Jankauskas, con problemas físicos podría dejar su lugar a Oscar de Paula. El entrenamiento de ayer en Anoeta, consistió en una sesión a puerta cerrada en el que ya participaron los jugadores internacionales Tayfun Korkut, Edgaras Jankauskas y Dimitri Khokhlov que se encuentran ya de regreso a San Sebastián. También entrenó con normalidad Julio Cesar Santos, mientras que Sergio Corino, José Félix Guerrero y Stephane Collet se ejercitaron en Zubieta con un programa especial para sus respectivas molestias, al igual que Igor Jauregi y Mikel Aranburu.
Por su parte, los lesionados Georgi Demetradze y Joseba Llorente han guardado reposo. El equipo donostiarra aterrizará en Palma en una situación deportiva muy delicada ya que, además de las numerosas bajas, está en zona de descenso lo que sin duda es un presión muy importante para el histórico conjunto vasco. Esta temporada han pasado tres entrenadores por el banquillo de la Real y ha sido muy complicado encontrar un patrón de juego y un esquema más o menos definido. Ahora, con la llegada del ex entrenador del Real Madrid, el equipo parece haberse recuperado un poco y ofrece un tono diferente al exhibido en el transcurrir de toda la Liga. Su reto es salvar la categoría y no salir de vacío de uno de los estadios más complicados de la Liga española.