El Mallorca se ha convertido en el Príncipe de Europa. Sólo el Lazio ha aplazado su acceso al trono en año y medio de tránsito por las competiciones continentales y el grupo balear espera el relevo en la corona trazando otra temporada inmaculada. El conjunto rojillo ha perdido únicamente uno de los 19 encuentros que ha disputado entre UEFA y Recopa (la final) en los ciclos de Héctor Cúper y Fernando Vázquez, y su entrada en el circo futbolístico del viejo continente ha sido espectacular. La goleada al Mónaco (4-1) le ha permitido a los mallorquines colgarse en la solapa la etiqueta de equipo temible.
Los tres goles de Stankovic, la habilidad de Carlos Domínguez y la efectividad de Diego Tristán han conquistado Europa. Después de un rosario de eliminatorias sin lustre (a excepción de la anterior ante un devaluado Ajax de Amsterdam) con profusión de equipos checos (Sigma y Teplice), los bermellones encaraban el encuentro ante el Mócano, líder de la Liga francesa, con respeto y algo de recelo. Sin embargo, los cuatro goles y la sensación de superioridad que ofreció el Mallorca le sitúan nuevamente entre la élite del balompié europeo. La afición de Son Moix sueña con vivir una sensación paralela a la del curso anterior; allí el Mallorca fue capaz de enterrar al Chelsea o al Genk y de superar eliminatoria tras eliminatoria sin conocer la derrota. El Lazio fue el único equipo capaz de manchar el currículum rojillo (2-1). Ahora el colectivo mallorquín, instalado en otro estadio, ha resucitado aquellas viejas costumbres y sigue sin perder.
Una de las perlas del Mallorca de los últimos años, Iovan Stankovic, se ha convertido en el epicentro de los elogios tras el amplio triunfo ante el cuadro monegasco. «Nunca había marcado tres goles en un partido». Fue capaz de marcar dos goles de penalti, a pesar de que destaca que «Fabián Barthez es uno de los mejores porteros del mundo». El interior izquierdo aseguró que habían «jugado muy bien». «Tenemos buen equipo y si seguimos así podremos hacer grandes cosas. De todos modos, Stankovic no quiere fiarse: «Si nosotros marcamos cuatro goles, ellos pueden hacer tres la semana que viene en Mónaco, por lo que la eliminatoria sigue abierta. No creo que sea bueno confiarse y sería muy perjudicial para el equipo viajar pensando en que ya estamos clasificados para los cuartos de final», comentó.